El secretario mexicano de Economía, Ildefonso Guajardo, defendió hoy en la décima edición latinoamericana del Foro Económico Mundial que los países de la Alianza del Pacífico tienen que caminar hacia una mayor “integración en sus cadenas de valor” en el ámbito comercial.
El ministro participó en una de las sesiones del Foro, que se desarrolla en la Riviera Maya, acompañado por la secretaria de Comercio Exterior y Turismo de Perú, Magali Silva, con quien subrayó algunos de los aspectos más destacados en la evolución del mecanismo, conformado por Chile, Colombia, México y Perú.
La integración de estos países “pasa por un área comercial que tenemos que transformar en una integración de cadenas de valor”, que en la región presenta cifras muy bajas, afirmó Guajardo.
En comparación con otras zonas, la integración de la Unión Europea en las cadenas de valor de sus bienes ronda el 58 %, en Asia el porcentaje es de un 32 % y en América Latina está por debajo del 19 %, una cifra que incluso es menor entre los países de la Alianza.
“Tenemos un gran reto por delante, de cómo abrir nuestras fronteras y facilitar el comercio”, destacó el secretario.
El ministro también se refirió a la negociación del Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP), que fue suscrito en 2005 por Chile, Brunei, Nueva Zelanda y Singapur y que ahora tiene a ocho países (Estados Unidos, Australia, Canadá, Japón, Malasia, México, Perú y Vietnam) pendientes de formar parte del grupo.
“Básicamente nos permite alinear estrategias en los diferentes frentes que tenemos abiertos en materia de comercio exterior”, defendió Guajardo, quien dijo que están “muy cerca” de cerrar las negociaciones.
La “mirada hacia Asia-Pacífico”, complementó la directora de asuntos económicos multilaterales de Chile, Paulina Nazal, forma parte del reto de “buscar puentes de acercamiento con la región”, un aspecto a lo que también aspiran con otros bloques como Mercosur.
Nazal también recordó que en la Alianza están “abiertos a nuevos temas”, como la responsabilidad social, el comercio electrónico y los asuntos de género.
La relación con los 32 Estados observadores de la Alianza, que el mecanismo -nacido en 2011- tratará de reforzar en su próxima etapa, se basa en un esquema que permite que cada uno de ellos aporte una colaboración determinada según sus fortalezas.
Los países observadores son reclutados en diferentes áreas de cooperación, como es el caso de Alemania con la educación, Estados Unidos en la facilitación de comercio o Nueva Zelanda en la transferencia de tecnología para la industria láctea.
La secretaria peruana destacó los beneficios que el mecanismo ha tenido en el sector del turismo, donde están pensando “globalmente como un bloque”, con medidas como la eliminación de las visas de turismo entre los cuatro países.
“El viajero del día de hoy busca el multidestino”, ampliar sus horizontes y combinar aspectos como “las playas, los encantos históricos y la gastronomía”, lo que los miembros de la Alianza pueden aportar de forma conjunta, ofreciendo “cuatro destinos en uno”.
Silva remarcó que la Alianza cuenta con ventajas como que sus países miembro cuentan con un número de tratados de libre comercio que superan el promedio de la región, lo que demuestra “el grado de apertura que tienen nuestras economías”.
Asimismo, la alta funcionaria peruana subrayó el apoyo de los integrantes de sus respectivos Parlamentos y del sector privado, reflejado en el Consejo Empresarial de la Alianza.
“Nuestras sesiones de trabajo siempre han venido precedidas o acompañadas de reuniones de empresarios”, como la que se celebrará de manera previa a la próxima cumbre presidencial, que se desarrollará el 3 de julio en Urubamba (Perú).
