México debe seguir avanzando en volverse cada vez más competitivo en las diferentes industrias
Con objeto de buscar una mayor integración comercial entre México, EU y Canadá, en 1991 iniciaron las negociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), el cual fue suscrito por Brian Mulroney, primer ministro canadiense, George Bush, presidente de Estados Unidos, y Carlos Salinas de Gortari, presidente de México, y que entró en vigor el 1 de enero de 1994.
Los principales objetivos del TLCAN eran eliminar los obstáculos al comercio y facilitar la circulación transfronteriza de bienes y servicios; promover condiciones de competencia justa; aumentar las oportunidades de inversión; proporcionar protección y cumplimiento de los derechos de propiedad intelectual; establecer procedimientos para la resolución de disputas comerciales e implantar un marco para una mayor cooperación trilateral, regional y multilateral para ampliar los beneficios del acuerdo comercial.
Entre 1994 y el 2019, de acuerdo con Banxico, las exportaciones de México a EU crecieron más de 600%, al pasar de 51,619 mdd a 370,789 mdd, lo que representa una tasa media de crecimiento anual del 9.01%, mientras que las importaciones crecieron un 275% al pasar de 54,834 mdd a 205,733 mdd, lo que representa una tasa media de crecimiento anual del 6.24%.
Por su parte, las exportaciones de México a Canadá crecieron 842% al pasar de 1,519 mdd a 14,318 mdd, mientras que las importaciones crecieron 507% al pasar de 1,621 mdd a 9,843 mdd.
De acuerdo con Jorge Castañeda, en su artículo de abril de 2014 para la revista Foreign Affairs, el TLCAN generó lo que él llamó el efecto Walmart, mediante el cual se redujeron los precios de muchos bienes para los consumidores, lo que permitió que millones de mexicanos pudieran comprar productos que antes les estaban reservados a una clase media que representaba menos de una tercera parte de la población.
México es el principal exportador de vehículos a EU y, de acuerdo con información del Banco Mundial para el 2020, se estima que un cuarto de todos los automóviles en aquel país provendrá de México.
En materia de Inversión Extranjera Directa (IED) a nuestro país, ésta se ha duplicado durante buena parte de la operación del TLCAN. Actualmente, EU es nuestra principal fuente de IED con el 37%, mientras que Canadá ubica el tercer lugar con el 10%.
El TLCAN eliminó muchas de las barreras comerciales que existían entre los tres países. Asimismo, aumentó las oportunidades de inversión y estableció procedimientos para la resolución de disputas comerciales, e incluso aumentó la competitividad de los tres países en el mercado global, lo que convierte a América del Norte en la mayor área de libre comercio del mundo.
Desde campaña, el presidente Donald Trump (quien, por cierto, al igual que George Bush, también es del Partido Republicano) calificó al TLCAN como un acuerdo “desastroso” para la economía estadounidense porque, según él, había hecho perder millones de empleos, especialmente en el sector automotriz, por lo cual anunció que buscaría reemplazarlo por un nuevo acuerdo comercial. Sin embargo, el nuevo acuerdo, al cual se le denominó T-MEC, tomó de base al TLCAN, al cual se le incorporaron nuevos apartados en materia laboral, mayor contenido regional, reglas de origen, comercio digital, combate de prácticas de cohecho, responsabilidad social, actos de corrupción y medio ambiente, entre otros. Dicho acuerdo entró formalmente en vigor el pasado 1 de julio.
El presidente Trump está, actualmente, en campaña, buscando su reelección, por lo cual es previsible que en el marco del T-MEC vengan temas complejos de atender, muchos en materia laboral, donde México, recientemente, tuvo que implementar una reforma laboral. A diferencia del TLCAN, el T-MEC requiere que las partes no sólo hagan cumplir sus propias leyes, sino que también adopten y mantengan leyes sobre los derechos fundamentales de los trabajadores relacionados con la Declaración de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) de 1998. Si bien es bueno que se hayan incluido aspectos laborales en el T-MEC, habrá que tener cuidado de evitar que no se usen como pretexto para inhibir el comercio.
El comercio agrícola es una de las principales historias de éxito del TLCAN, pues en los 26 años de duración se multiplicó por 7.5 veces y, el año pasado, ese sector alcanzó los 37 mil 500 millones de dólares en exportaciones. En ese sentido, uno de los sectores que mejor potencial tendrá en el T-MEC es, sin duda, el agropecuario, sin embargo, su éxito está trayendo también mucha presión, sobre todo de los productores de los estados de Florida y Georgia, los cuales tienen mucha fuerza política y están buscando aplicar medidas proteccionistas, como la estacionalidad, así como impedirle a México la exportación de ciertos productos agropecuarios donde, aluden, se lleva a cabo trabajo forzoso e infantil.
De igual manera, de acuerdo con HSBC Global Research, el T-MEC puede traer al sector automotriz en México un efecto positivo al generar certeza comercial, pero prevé que las ventas nacionales mantendrán una lenta recuperación por los efectos negativos de la pandemia en la demanda interna.
México es uno de los países con mayor apertura comercial del mundo, sin embargo, nuestro mayor socio comercial es y seguirá siendo siempre EU no sólo por ser nuestro vecino, sino también porque, después de China, es la segunda economía del mundo.
En medio de la incertidumbre y de la crisis económica por la que atraviesa México, sin duda, la renovación del tratado es una buena noticia, sin embargo, el tratado en sí mismo es una condición necesaria, mas no suficiente, para mejorar la economía del país. En ese sentido, el T-MEC es como una gran autopista que conecta a México con EU y Canadá, la cual, en sí misma, es sólo un instrumento que nos puede ayudar a facilitar el flujo comercial entre la región. Por ello, México debe de seguir avanzando en volverse cada vez más competitivo en las diferentes industrias, identificar nuevas oportunidades de negocio y buscar innovar adaptándose a los cambios en el consumo que el Covid-19 está generando en el mundo.
* En Lengua Tarahumara (Rarámuri), este vocablo designa una tradición de compromiso social basada en la ayuda y el apoyo mutuo en situaciones de apuro o crisis
Fuente:
Redacción-https://impacto.mx/larevista/el-t-mec-el-salvavidas-que-podria-ayudarnos-a-salir-de-la-crisis-economica/