La infraestructura para bicicletas -como las ciclovías y estacionamientos- son menos costosas de construir y menos intensivas en términos de ocupación de terrenos que para los coches. En países desarrollados como Canadá, Alemania y Holanda, así como en China, son tomadas en cuenta como medio de transporte, dándoles la misma prioridad en la planeación y el desarrollo de la infraestructura vial que a autobuses y automóviles. Hay que crear para ellas una red de vías alternas y seguras que permitan al ciclista trasladarse de un lado a otro de las ciudades en forma eficiente y segura.
Por otra parte, las bicicletas no contribuyen a la contaminación del aire ni del ruido y reducen la congestión del tráfico. Por si fuera poco, también ofrecen una valiosa oportunidad para que la gente mejore su salud en un momento en que la obesidad está a niveles de récord.
Aunque el uso de la bicicleta entre nosotros ha crecido, su fabricación no está aumentando en la misma proporción en México, las que se están utilizando son de procedencia china y a precios subvaluados en dólares, lo que ha generado una disminución de la producción así como de los empleos en el sector, según señalamientos de la Asociación Nacional de Fabricantes de Bicicletas Anafabi.
En la última década, la producción mundial anual de bicicletas superó los cien millones, la producción de los diez principales países productores de automóviles es de 68 millones de coches (México 8° lugar con tres millones). Durante los años 50 y 60, la producción de la bicicleta y del automóvil era casi igual. En las décadas siguientes, sin embargo, la producción de bicicletas se elevó, alcanzando los 91 millones de 1990, cuando la producción de coches sumó 36 millones. Desde entonces, cada año se han producido cerca de cien millones de bicis, de las cuales México ha participado con el dos o tres por ciento. Actualmente y con la crisis económica en muchos países, la producción de bicicletas ha aumentado las cifras en venta y producción.
Las redes de ciclovías se siguen construyendo en todas las principales ciudades y la más extensa se encuentra en Londres. Mediante un ambicioso proyecto, que incluyó una consulta ciudadana, se buscó darle a los ciclistas una infraestructura más segura para circular por el centro, en donde diariamente se realizan 170 mil viajes por este medio de transporte y que, en 2020, se duplicarían en toda la ciudad
Para el propio 2020, París será la Capital Mundial de la Bici, y, para ello, añadirá 700 kilómetros de carriles para bicicletas que se sumarán a los 700 km ya existentes. París tiene todo previsto como afirmó su alcaldesa, Anne Hidalgo, en la presentación de esta ambiciosa iniciativa que busca transformar la capital francesa en la urbe reina de la movilidad sostenible.
El uso de la bicicleta se encuentra en el ánimo de personas y gobiernos de los diferentes países y latitudes.
350 mil colombianos se mueven en bici en Bogotá.
La ciudad de Curitiba tiene a la bicicleta en el núcleo de su planificación urbana.
Cerca de un 36% de los residentes de Copenhague, Dinamarca, viaja en bicicleta a sus trabajos todos los días.
En Ámsterdam, Holanda, 40% de los viajes urbanos se realizan en bicicleta.
La ruta verde de Quebec constará de cuatro mil kilómetros que unirá varias regiones de la provincia.
Los habitantes de la ciudad de Beijín, como respuesta a la polución, contarán con 50 mil bicicletas para uso público a partir de este año.
El objetivo del Gobierno de Noruega durante el 2015 fue elevar el uso de la bicicleta a un 8%.
El Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo en México (ITDP por sus siglas en inglés) realiza el Ranking Ciclo Ciudades, donde mide la política pública de promoción del uso de la bicicleta en las ciudades a través de indicadores de gestión y desempeño. En primer lugar se encuentra la Ciudad de México, luego Guadalajara, mientras que León cayó a la tercera posición. Aguascalientes ocupó el cuarto lugar y Toluca consiguió la quinta posición.
Para muchos andar en bicicleta es un sentimiento de libertad, que no sólo trae consigo un beneficio para la salud, sino también para el ambiente. La bicicleta, a diferencia del auto no contamina, ni genera ruidos molestos pero sobre todo, contribuye a disminuir el tránsito. Además, su uso disminuye la emisión de CO2 a la atmósfera y contribuye positivamente a frenar el cambio climático. La bicicleta es el vehículo del pasado pero también lo será en el futuro.
