CIUDAD DE MÉXICO.- En un mundo ideal, todo aquel que adquiere un automóvildebería contar con un seguro no sólo que cubra los daños a terceros, sino también los propios; sin embargo, en México sólo 30% del parque vehicular está asegurado.
El seguro es un instrumento financiero que, por una parte, protege a las víctimas de un accidente de tránsito, y por otra permite al conductor tener los recursos para hacerle frente a los gastos que conlleva tener un percance”, asegura Recaredo Arias Jiménez, director general de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS).
La obligación de tener un seguro estaba dentro del Reglamento de Tránsito, pero mucho tiempo fue letra muerta, asegura el directivo de la AMIS.