China anunció el viernes un nivel récord de su comercio exterior, lo que confirma el vigor de su economía antes de sus negociaciones con Estados Unidos sobre el delicado tema de la tasa de cambio del yuan.
Las cifras del comercio exterior son publicadas antes de las de la inflación, previstas este sábado, y antes de que se inicien negociaciones económicas la próxima semana en Washington entre China y Estados Unidos, que pide una sustancial apreciación de la divisa china.
El vigor de las exportaciones, que en noviembre aumentaron 34,9% en un año hasta 153.300 millones de dólares, es un argumento en favor de una revalorización del yuan, según los observadores.
Las importaciones progresaron el mes pasado un 37,7%, hasta 130.400 millones. Al crecer a un ritmo mas rápido que las exportaciones, permitieron una reducción del superávit comercial (22.900 millones) respecto al mes de octubre (27.150 millones), según cifras de las aduanas.
“Las sociedades de capitales extranjeros son la principal fuente del superávit comercial”, indicaron las aduanas.
Estados Unidos considera que su importante déficit comercial con China se debe a una infravaloración de la moneda china, y por ello hace presión para que su tipo de cambio sea fijado en mayor medida por el mercado, lo que Pekín rechaza.
En una carta al viceprimer ministro Wang Qishan, 32 senadores estadounidenses pidieron a China “que demuestre su compromiso en adoptar un tipo de cambio determinado por el mercado, y que deje su moneda apreciarse de forma significativa”, antes de una visita del presidente chino Hu Jintao a Estados Unidos a principios de 2011.
“Es cada vez más difícil argumentar que las industrias exportadoras chinas no pueden soportar una cierta revalorización de la moneda, una medida que además ayudaría a China a controlar los precios” internos, comentó Brian Jackson, economista de la Royal Bank of Canada basado en Hong Kong.
El gobierno chino ha tomado este otoño boreal una serie de medidas para frenar el alza de los precios al consumo, que puede provocar disturbios sociales.
Este mismo viernes el Banco Central chino anunció una nueva alza de 50 puntos básicos o 0,5%, a 18,5%, de la tasa de encaje obligatorio de los bancos, efectiva a partir del lunes, para luchar contra la inflación.
Las reservas obligatorias — la proporción de sus depósitos que los bancos deben colocar en el banco central — ya fueron elevadas cinco veces este año, dos de ellas el pasado mes de noviembre.
Con ello se pretende reducir los préstamos, que cayeron en noviembre menos de lo esperado, y limitar la masa monetaria, alimentada por el gran superávit comercial chino, y que tampoco ha sido controlada.
La inflación en China se elevó en octubre, en cifras anuales, a 4,4%. Para noviembre, los economistas citados por la agencia Dow Jones esperan en torno a 4,7%. Se trata de niveles muy por encima de los objetivos oficiales de 3% para este año.
Además, una importante reunión anual de dirigentes chinos se inauguró este viernes en Pekín, para fijar las orientaciones del país en el próximo año y finalizar el 12º plan quinquenal (2011-2015).