Los fondos de capital privado mexicanos esperan este año la llegada de unos 8,000 millones de dólares, cifra similar a la del año pasado y 22 % mayor frente a la acumulada hasta 2015, impulsada por la estabilidad del país y los rendimientos a dos dígitos del sector. “Creo que podremos captar una cantidad similar a la del año pasado, unos 8.000 millones de dólares. (…) Es una industria relativamente nueva en México, lo que representa un atractivo para los inversionistas”, dijo el presidente de la Asociación Mexicana de Capital Privado (Amexcap), Antonio Ruiz Galindo.
Así, el sector espera llegar este año a los 45,000 millones de dólares, una cifra imponente y fruto de un alza que detonó a partir de 2010, cuando el Gobierno permitió a las afores -los fondos de pensiones mexicanos- invertir una parte de sus tenencias en fondos de capital privado. En entrevista, el presidente de esta entidad creada en 2002 que representa 90 fondos de capital privado que gestionan más de 30,000 millones de dólares, dijo que este tipo de fondos de inversión tienen una rentabilidad de dos dígitos en México, cuando otras regiones, como la europea, esta es de un exiguo 1% o 2%.
Dibujó un panorama eminentemente positivo para el sector en una nación que se ha convertido en un imán para las inversiones ante las embestidas económicas mundiales. “México es más una oportunidad que un problema. Es un país con una macroeconomía bien fundamentada y que se ha podido defender de los choques externos”, explicó Ruiz Galindo previo a una reunión de representantes del sector esta semana en la capital.
La economía mexicana creció un 2.5% en 2015. Ello en un año marcado por el desplome del precio del crudo y la devaluación de la divisa nacional, el peso, de alrededor de un 18% frente al dólar estadounidense. A estos factores, agregó Ruiz Galindo, hay que sumarles una inflación baja -con mínimos históricos del 2% en 2015- y las reformas estructurales impulsadas en la administración de Enrique Peña Nieto (2012-2018) que conllevaron una bajada de precios en energía y telecomunicaciones.
“México se convierte en un país muy competitivo. Con una devaluación como hemos sufrido, una situación estable y una economía con mano de obra preparada. Estamos atrayendo capitales de inversión extranjera y generando exportaciones”, valoró el presidente de Amexcap.
A pesar de ello, reconoció que hay efectos negativos. Por ejemplo, el recorte al gasto público para este año, del orden de 132,300 millones de pesos (unos 7,500 millones de dólares), lo que ha afectado a programas de inversión gubernamentales. Aunque en auge, el sector sigue enfrentando varios retos. “Debemos mejorar nuestro marco legal y regulatorio para hacerlo más competitivo”, identificó Ruiz Galindo.
Explicó que la autoridad se ha mostrado “abierta y receptiva” en los últimos años, pero hay obstáculos que franquear, como la necesidad de una legislación y una mejora de los tratamientos fiscales y de transparencia que den seguridad al inversionista. Además, estimó necesario trabajar en incrementar los recursos para los emprendedores, el llamado capital semilla, que no logran captar el interés del inversionista por ser “un entorno menos predecible”.
Estos temas serán debatidos en la 11 cumbre de Amexcap, que ofrecerá varias conferencias y paneles y reunirá a autoridades, fondos de inversión, administradores del fondo, inversionistas, y empresarios. Entre otros temas coyunturales, debatirá sobre el futuro los CerPis y las Fibra E, dos nuevos instrumentos de inversión para el capital privado.
