Nueces del Amazonia de Bolivia, almendras de Chile, cacahuetes de Argentina o anacardos de Brasil, ¿cuántos lugares de prodecencia latinoamericana puede tener una bolsa de frutos secos que se compra en un supermercado en Alemania?
Los frutos secos de América Latina son competitivos por eso tiene una gran demanda en el mercado internacional, resaltó el empresario e importador de frutos secos para la compañía August Töpfer & Co, de Hamburgo, Alemania, Kristopher Dahlinger.
Las nueces del Amazonia lo son porque no existen en otro lugar del mundo, deben comprarse para ser vendidas en Europa y Estados Unidos, dijo.
“Nosotros importamos estos productos para envasarlos y exportarlos hacia Europa y Estados Unidos. Países como Bolivia, Perú o Brasil tienen un producto regional único en el mundo: la nuez del Amazonia”, indicó Dahlinger.
Por tanto, la tendencia de la venta de este producto se incrementa, “aunque al año hay una producción de nueces del Amazonia de 20 mil toneladas, lo que no es mucho porque se trata de un producto exclusivo de la selva tropical”, explicó.
Agregó que, sin embargo, las exportaciones de anacardos de Brasil no han funcionado muy bien en los últimos años, ya que éstas han disminuido.
“La razón es interna, los cultivos no se cuidan bien. La industria de los anacardos en Brasil quizás deje de existir en los próximos diez años”, lamentó.
De Chile se exportan almendras, nueces y ciruelas deshidratadas a Europa y Estados Unidos, cada vez hay más productores y zonas de cultivo para estos tres productos: una situación mucho más favorable que la de hace diez años, destacó.
Subrayó que estos frutos secos se consumen en especial “como monoproducto (es decir, las bolsas que contienen solo almendras, nueces o cacahuetes) o bien en las bolsas de surtidos de frutos secos envasadas de forma natural”.
Dahlinger explicó que en el caso de los cacahuetes tienen otro uso fundamental: el del aceite. En este ámbito es Argentina el país especializado en la refinería y exportación de cacahuetes.
Las relaciones comerciales entre Alemania y Latinoamérica se desarrollan de manera exitosa, según Dahlinger, en especial “Hamburgo tiene una larga tradición en las relaciones comerciales con la región que se van a fortalecer de cara al futuro”.
Además a través de las nuevas comunicaciones e internet se comparten datos e informaciones entre productores y compradores en diferentes continentes más rápidamente, indicó el empresario.
Agregó que cada vez más personas de Latinoamérica hablan inglés, un requisito para poder comerciar a nivel internacional.
Otra ventaja para los productores latinoamericanos es la gran demanda que los países asiáticos como China o India tienen hacia estos frutos secos, expuso Dahlinger.
“Antes, hace unos 20 años, comprábamos estos productos en grandes cantidades solo los europeos, y por tanto aumentaba el precio de los frutos secos en el mercado”, recordó.
Sin embargo, ahora con la demanda asiática el precio de estos productos se incrementó de nuevo, lo que acrecienta la competencia internacional para poder exportarlos a Europa y Estados Unidos.
Los frutos secos tienen muchas ventajas para la salud aunque son productos muy calóricos, dijo Dahlinger.
“Contienen fibras alimentarias, vitaminas, ácidos grasos que son buenos para el cuerpo”, pero también hay que moderar su consumo, ya que entre un 40 y 60 por ciento de su contenido son grasas, advirtió.
En el caso de los cacahuetes hay un alto porcentaje de personas alérgicas a ellos, “por eso nosotros no comerciamos con ellos, para evitar poner en el envase ‘este producto contiene trazas de cacahuete’”, concluyó el empresario.
