Mario Robles, director de División Hortícola de la Confederación de Asociaciones Agrícolas del Estado de Sinaloa (CAADES), reveló que desde hace dos meses las negociaciones para resolver el conflicto están estancadas porque el Departamento de Comercio quiere revisar al 100% los camiones de tomate que lleguen a la frontera, con una inspección para asegurar la calidad de manera obligatoria.
Si de verdad nos quieren apoyar, las autoridades mexicanas deberán aplicar la misma medida a los productos agropecuarios que lleguen de Estados Unidos, como el maíz, trigo, carne de pollo, cerdo, cítricos”, exhortó el directivo.
Robles mencionó que la medida de inspección crearía un nudo logístico en la frontera considerando que se tendrían que inspeccionar 120 mil camiones en un proceso que dura más de una hora y media por camión. “Esto saturaría los espacios físicos para la inspección aduanal y afectaría otros sectores como el de maquiladoras, automotriz, partes electrónicas y otras manufacturas”, alertó.
El director de la CAADES mencionó que otro asunto que ha detenido las conversaciones es sobre una ley para ajustar los precios de venta por defectos cuando llegan al mercado.
El comprador estadunidense tiene derecho a ajustar el precio cuando el tomate llega con defecto. En la propuesta, los estadunidenses no quieren reconocer este derecho al comprador cuando los tomates hayan sido vendidos al precio de referencia”, explicó.
Frente a este panorama, los productores mexicanos analizan la diversificación de los cultivos, la diversificación de los mercados, la reconversión industrial para generar valor agregado al tomate y también el impulso del consumo nacional.