Las responsabilidades públicas no se toman en abstracto, sino que se asumen en contextos muy específicos, como el que a mí me tocó. La primera responsabilidad que tengo es tejer y fortalecer los lazos de la Secretaría de Hacienda, hacia adentro, para asegurarnos que hay trabajos coordinados, y con los distintos entes del gobierno”, sostuvo.
Señaló la necesidad de tener un mejor contacto con los mercados financieros, los analistas y la población en general, a través de mensajes claros y consistentes.
La comunicación es muy importante para la tranquilidad. Es obligación del gobierno dar información porque es propiedad de los mexicanos. Esto debe hacerse de una manera transparente y entendible para el público”, dijo.
Además de crecer a una mayor tasa, Herrera buscará que ésta sea incluyente y beneficie a la mayor parte de la población, en particular regiones rezagadas y mujeres.
Tiene claro que es necesario invertir en la relación con el sector energético.
La relación de Hacienda con Pemex no puede ser esporádica. Pemex es el activo principal del gobierno federal y, si no es el activo principal de la nación, es uno de ellos; lo tenemos que cuidar y proteger”, indicó.
Seguirán finanzas públicas sanas
El secretario de Hacienda, Arturo Herrera, no moverá uno solo de los principios de la política económica, pero sí la manera en la que la Secretaría de Hacienda se comunica entre sí, el resto de la administración pública y hacia el exterior. “Debemos articular internamente el discurso y explicarlo mejor a la población”.
Herrera mantiene la visión: “el país ha crecido muy poco desde 1983 y requiere un crecimiento incluyente, que sea más justo a lo largo de las regiones, los géneros y que la economía permita una mayor inclusión de las mujeres” y añade que “para lograrlo se requiere un entorno macroeconómico estable, responsabilidad en las finanzas públicas y estabilidad de precios gracias a la sana distancia y respeto irrestricto a Banco de México”.
COLABORACIÓN
En entrevista, y al preguntarle sobre la necesidad de limar asperezas al interior de la Secretaría de Hacienda, como con la banca de desarrollo, la oficialía mayor, el SAT o hacia el exterior como puede ser el sector energético, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes o la propia oficina de la Presidencia, Herrera responde:
Las responsabilidades públicas no se toman en abstracto, sino que se asumen en contextos muy específicos, como el que a mí me tocó. En este contexto, la primera responsabilidad que tengo es tejer y fortalecer los lazos de la Secretaría de Hacienda, hacia adentro para asegurarnos que hay trabajos coordinados y con los distintos entes del gobierno”.
Explica que por su encargo como subsecretario de Hacienda, tenía contacto con muchos temas. Por ejemplo, dice, “era consejero de Pemex, de CFE y colaboré de manera directísima en el proceso de negociación de los bonos del aeropuerto con la SCT. Yo ya había venido construyendo muchas de estas relaciones y ahora lo que voy a hacer es abonar sobre ellas.”
Tiene claro que esta característica natural de Hacienda como ente transversal, ya que todos operan con presupuesto, debe ser utilizada de una mejor manera para coordinar los esfuerzos del gobierno.
PEMEX
Al hablar sobre la relación con el sector energético, dijo que es necesario invertir en esa relación y contó que “una vez que se me nombró titular de las finanzas públicas mi primera llamada fue a Octavio Romero, director general de Pemex. Fuimos excolegas en la administración del entonces jefe de Gobierno, Andrés Manuel López Obrador. Nos conocemos de hace muchísimo tiempo, trabajamos muy bien juntos, tenemos una relación de confianza y sobre ella tenemos que construir una de colaboración cotidiana.
La relación de Hacienda con Pemex no puede ser esporádica. Pemex es el activo principal del gobierno federal, y si no es el activo principal de la nación, es uno de ellos, y lo tenemos que cuidar. Tenemos que estar seguros que el programa de financiamiento del gobierno federal embona con el programa de financiamiento a las inversiones de Pemex”.
INGRESOS
Sobre la política fiscal, tributaria y de recaudación, dice que existe una estrategia clara y definida “fortalecer los ingresos por la vía de la administración tributaria los primeros tres años para tener espacio y hacer un planteamiento de una estructura tributaria más justa y equitativa en la segunda mitad”.
Establece que, mientras países como Dinamarca y Francia recaudan aproximadamente el 46 por ciento del PIB, Guatemala y Haití recaudan el 11 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), en México se recauda el 13 por ciento del Producto, y que se ha compensado con ingresos petroleros. “Está muy claro que para poder crecer y tener mejores ingresos, hay que buscar formas más eficientes en las que todos los mexicanos tengamos que contribuir, pero eso también requiere que se tenga certeza de hacia dónde van esos recursos”.