“Un pantalón en un centro comercial en México cuesta de 700 a 800 pesos y allá el mismo pantalón cuesta de 12 a 20 dólares. Es una práctica común en los estados fronterizos, pero ha sido más frecuente a partir de la homologación del IVA”, señaló.
Arón Fuentes, director del departamento de estudios económicos del Colegio de la Frontera Norte, consideró que el aumento de 11 a 16 por ciento en la tasa del IVA tiene un efecto recesivo y otro en la competitividad.
Expuso que la medida ha afectado al consumo de las entidades de la frontera, al reducir la capacidad de compra de los ciudadanos en la franja fronteriza y al desplazar el consumo de bienes y servicios del interior al exterior. “El gasto anual estimado de los residentes de Baja California es de 6 mil millones de dólares, y una moderación del consumo también reduce la producción de las empresas locales, lo cual se traduce en más desempleo”.
Apuntó que las personas prefieren cruzar la frontera, pues al sur de California pagan un impuesto de 6.75 y 8.25 por ciento, en vez de 16 por ciento.
