El mayor polo agroexportador de granos de Argentina. El paro es impulsado por las principales centrales sindicales críticas del Gobierno de la presidenta Cristina Fernández.
La Confederación General del Trabajo (CGT) y la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA), que responden a la oposición, lanzaron la medida de fuerza en protesta contra las suspensiones y despidos de trabajadores que hubo en los últimos meses en el país, en medio de una recesión y una elevada inflación.
El paro, que en el caso de la CTA está previsto que comience 12 horas antes, al mediodía del miércoles, también será en reclamo de una reducción del impuesto a las ganancias, que actualmente se lleva una buena parte de los ingresos de la mayoría de los asalariados de sueldos medios y altos.
En el área de Rosario, de donde sale 80% de los embarques de granos y derivados del país, la adhesión a la huelga será casi total y dejará prácticamente sin actividad a los puertos y las plantas procesadoras de soja, según las organizaciones gremiales.
“Puede ser que las plantas lleguen a tener algo de actividad, porque los (trabajadores) aceiteros no van a adherir al paro. Pero no va a ingresar ni salir ningún buque a los puertos”, señaló a Reuters el lunes el secretario general de la CGT de San Lorenzo, Edgardo Quiroga, en los suburbios de Rosario.
Los gremios de camioneros, estibadores, marineros y patrones de barcos, entre otros, también tienen previsto sumarse a la protesta, que incluye llamado a manifestaciones frente a las plantas de firmas como Bunge, Cargill o Louis Dreyfus.
Argentina es el principal exportador mundial de aceite y harina de soja y uno de los mayores de maíz y trigo.
