El barco carguero encallado desde la semana pasada en un arrecife de Nueva Zelanda, transporta unas 2 mil toneladas de petróleo y 1.300 contenedores algunos contiene químicos peligrosos.
Alrededor de 100 contenedores han caído al mar. Y la mancha de petróleo se extiende a lo largo de las costas de Nueva Zelanda a unos cinco kilómetros aproximadamente.
Sin duda alguna es el mayor desastre medioambiental de Nueva Zelanda” y pone en peligro” el ecosistema de ballenas, delfines, focas y pingüinos de Oceanía. Greenpeace ha tomado las medidas necesarias para contrarrestar este daño ecológico.
No existen equipos para recuperar los contenedores que aun se encuentran a flote y poder sacarlos del barco. Ya que no existe equipo en Nueva Zelanda que permita realizar estas maniobras.