El huracán Michael que avanza hacia la costa de Florida alcanzó la categoría 4, anunció a primera hora del miércoles el Centro Nacional de Huracanes (NHC), que lo calificó de “extremadamente peligroso”.
El NHC informó que el huracán va acompañado de vientos máximos sostenidos de 210 kilómetros por hora y debería tocar tierra este mismo miércoles en la zona noroccidental del estado conocida como el “mango” de Florida, con riesgo para la población.
Se espera una marejada ciclónica de hasta 4 metros en algunas áreas, precisó el centro.
Por otro lado, el Servicio Meteorológico Nacional en la capital del estado, Tallahassee, emitió un dramático llamado para que las personas cumplan con las órdenes de evacuación.
“El huracán Michael es un fenómeno sin precedentes y no puede compararse con ninguno de los anteriores. No arriesgue su vida, váyase AHORA si se le pidió hacerlo”, recalcó el NHC.
Florida se prepara para recibir a Michael
El gobernador Rick Scott urgió la madrugada del miércoles a la población a obedecer las órdenes de evacuación. “Las decisiones que usted y su familia tomen en las próximas horas pueden marcar la diferencia entre la vida y la muerte”, escribió en Twitter.
Más temprano, el gobernador dijo que Michael podría ser “la tormenta más devastadora que haya afectado Florida en décadas”.
Será “la más poderosa en más de cien años” en algunas regiones, advirtieron los servicios de urgencia del estado en Twitter en la noche del martes.
“Es su última oportunidad para prepararse para esta tormenta monstruosa y mortal”, había dicho también Scott en una rueda de prensa previa.
A las 06:00 GMT Michael estaba unos 290 kilómetros al sur de Panama City y se desplazaba hacia el norte a una velocidad de unos 19 kilómetros por hora.
El martes, el presidente Donald Trump emitió una declaración de estado de emergencia para Florida ante el arribo del huracán, lo que permite liberar medios materiales suplementarios y fondos federales.
Después de Florida, Michael podría tocar “partes de Georgia y, lamentablemente, otra vez Carolina del Norte y del Sur”, ya golpeadas por Florence hace un mes, señaló el presidente.