El diésel se ha convertido en el tercer producto que México más compra en el extranjero y está cerca de convertirse en el segundo, sólo superado por la gasolina y los ensambles de pantallas, según datos de la Secretaría de Economía.
Hace una década, el diésel no figuraba entre los 10 principales productos de importación y actualmente constituye 1.85% del total de las importaciones hechas por México, que sumado a las gasolinas representan 7% del total de las compras mexicanas en el extranjero.
En el 2001, el gasto de Pemex en importaciones de diésel fue de 87.6 millones de dólares, ya para el 2011 el gasto que tuvo que realizar la paraestatal fue 73 veces mayor, disparándose hasta los 6,480 millones de dólares, según datos de la Secretaría de Energía.
Del mismo modo, hace 10 años Pemex importaba 6,700 barriles de diésel diarios, en cambio, para el 2011 sus compras en el extranjero llegaron a 136,000 barriles por día, lo cual confirma la mayor dependencia que se tiene del combustible producido en el extranjero.
Del diésel que México compra en el extranjero, 97% es procesado en Estados Unidos y 3% restante lo trae de Canadá, Japón, Venezuela, Francia y Perú, de acuerdo con datos del Sistema de Información Arancelaria Vía Internet.
Dado lo anterior, México se ha convertido en el tercer principal consumidor del diésel exportado por Estados Unidos. Actualmente, Pemex compra 10% del diésel que los estadounidenses venden en el extranjero, cuando en el 2003 sólo compraba 2%, de acuerdo con datos de la US Energy Information Administration.
CAPACIDAD MERMADA
En ese sentido, cabe destacar que la capacidad de producción de diésel por parte de Pemex se ha caído en la última década 16%, al pasar de 281,600 a 237,200 barriles diarios; en tanto que la demanda del combustible en México aumentó 41%, al pasar de 275,800 a 387,800 barriles por día.
Hasta antes del 2004, la capacidad de Pemex para producir diésel le permitía satisfacer prácticamente 100% del consumo nacional, incluso se daba el lujo de exportar ese combustible.
En cambio, en la actualidad sólo es capaz de abastecer 61% de la demanda de diésel, a pesar de que el aumento en el consumo ha sido moderado, creciendo a una tasa promedio anual de 3.7% en la última década.