Sin embargo, para la Aduana Fronteriza ha sido al contrario, ya que sus ingresos por concepto de IVA y comercio exterior en los primeros 5 meses de 2019, se han incrementado de manera general en un 35 por ciento respecto al mismo período del año pasado.
Luis Mario Baeza Cano, presidente del Consejo Coordinador Empresarial, explicó que las empresas se enfrentan al problema de pagar este arancel al 16 por ciento en la importación de productos y venderlos al 8 por ciento, generándose una diferencia del 8 por ciento que les toma hasta 90 días en ser devuelto.
Esta situación ya ha sido expuesta en distintas ocasiones al Gobierno federal, pues ante la tardanza del SAT para regresar ese diferencial del 8 por ciento, algunas empresas que accedieron a los estímulos fiscales contemplan darse de baja del programa ya que se tienen que endeudar para pagarlo.
Los beneficiados han tenido que recurrir a créditos con bancos con altas tasas de interés para esperar los tres meses en los que se les regresa la diferencia del IVA, haciendo ineficiente este programa.
En el caso de grandes empresas importadoras, pagan el 16% en la aduana, y los que están adheridos al programa de estímulos cobran el 8% y la diferencia es un saldo a favor que batallan mucho para obtener.
