Siete ciudades chinas realizarán acciones conjuntas para inscribir la Ruta Marítima de la Seda en la Lista del Patrimonio Mundial de la Unesco.
Las localidades portuarias de Beihai, Guangzhou, Quanzhou, Ningbo, Taizhou, Penglai y Zhangzhou acordaron la iniciativa durante un foro efectuado en la oriental provincia de Zhejiang, de acuerdo con informaciones procedentes del lugar.
El programa tiene como objetivo facilitar a los gobiernos, museos y las autoridades locales estudiar y preservar las reliquias culturales relacionadas con la antigua ruta de comercio.
Las siete referidas ciudades sirvieron como importantes puertos de exportación en la historia de China. Desde allí los productos de seda y porcelana comenzaron a ser enviados en barcos a regiones tan lejanas como el este de África, hace más de dos mil años.
La Ruta de la Seda fue el puente por el que se realizaron los intercambios económicos y culturales en el Oriente y el Occidente.
Generalmente se conoce más el itinerario terrestre de esa vía, que se refiere a la abierta por el diplomático Zhang Qian en la dinastía Han del Oeste (206 a.n.e.-24 n.e.), el cual vinculaba los dos Imperios más poderosos de aquel tiempo: Han y Roma.
Pero, además existió una Ruta Marítima de la Seda, igual de relevante aunque menos divulgada, que iba desde Guangzhou, ciudad porteña del sur de China, atravesando el Estrecho de Malaca, Sri Lanka, la India, hasta la orilla oriental del continente africano.