Todas las reglas de origen que no van a tener cambio ya deberían estarse revisando en sus procedimientos con los tres países para entender perfectamente cómo se van a implementar”, dijo Moisés Kalach, coordinador del Consejo Consultivo Estratégico para las Negociaciones Internacionales del CCE.
Kalach indicó que buscará contactar a Luz María de la Mora, subsecretaria de Comercio Exterior de la Secretaría de Economía, para tratar este asunto.
Por la mañana del viernes pasado, en el marco de una reunión privada entre Jesús Seade, subsecretario para América del Norte de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) con integrantes de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin) en la Ciudad México, Kalach conversó sobre las reglas del origen del T-MEC con el equipo de De la Mora.
“Hablamos de este tema para que se haga un calendario concreto de la implementación”, refirió.
La premura obedece a que el T-MEC entra en vigor sólo 90 días después de que el último de sus tres países integrantes lo aprueba, a la vez que las reglas de origen, especialmente las del sector automotriz, son de las regulaciones con la mayor complejidad técnica en todo el contenido del tratado y tuvieron un interés preponderante por parte de Estados Unidos.
Por ejemplo, Kalach planteó que los tres países deben conciliar a detalle la forma en cómo se va a cuantificar la regla de origen de cada producto del sector automotriz, donde pueden considerarse variables como un contenido específico de metales, como acero y aluminio, los modelos o la ubicación de las fábricas.
Las reglas de origen se refieren al criterio pactado en un tratado para definir cuándo un bien es considerado originario (por su nivel de contenido regional) para gozar de las preferencias arancelarias.
“Es un trabajo trilateral sobre cómo interpreto la regla de origen de cualquier producto, cómo voy a contabilizar cada uno de estos términos que acordamos, cuándo cuenta y cuándo no cuenta. Este trabajo es igual de importante que la regla por sí misma”, enfatizó.
El T-MEC propuesto establece reglas de origen y procedimientos para vehículos de motor nuevos, incluidas las reglas específicas del producto y que requieren 75% de contenido norteamericano.
Por primera vez en un acuerdo comercial, los requisitos salariales estipulan que 40-45% del contenido de automóviles en Norteamérica debe realizarse por trabajadores que ganan al menos 16 dólares por hora. Además se fijó un requerimiento de que 70% del acero y del aluminio de un vehículo debe originarse en América del Norte.
En específico, las empresas General Motors, Ford, Fiat Chrysler y Tesla cumplen en promedio con la exigencia de un valor de contenido regional (VCR) de 75% para comercializar automóviles con las ventajas arancelarias del T-MEC.
Este tratado, del cual aún falta la ratificación de Estados Unidos y Canadá, incrementará el VCR de 62.5 a 75%, con una nueva metodología.
En contraste, las empresas asiáticas Mazda, Honda, Nissan, Toyota, Kia y Subaru operan actualmente con una media de 59% de VCR, de acuerdo con información de la American Automobile Labeling Act.
Aun con mayores dificultades, las empresas europeas Audi, Mercedes Benz, Volkswagen y BMW cuentan con un promedio de 51% de VCR.
Mayor contenido regional
Las reglas de origen se refieren al criterio pactado en un tratado para definir cuándo un bien es considerado originario (por su nivel de contenido regional) para gozar de las preferencias arancelarias.
México, Canadá y EU acordaron establecer un periodo de ajuste de tres años a las empresas automotrices para adaptarse a los cambios de las reglas de origen del T-MEC.
Este plazo contará para pasar de 62.5 a 75% de contenido regional, lo mismo que para cumplir con el componente laboral en la regla de origen.
Las modificaciones se llevarán a cabo en cuatro etapas: a la entrada en vigor del acuerdo y en cada uno de los siguientes tres años.
*Fuente: http://www.portum.mx/