La que Tal consideró como necesaria actualización del TLC, firmado en 2000, iría paralela a un convenio de colaboración agrícola que podría ser ampliado a Centroamérica y en concierto con la política mexicana hacia la región.
En el curso de una visita a las instalaciones de El Heraldo Media Group, el embajador Tal, que presentó cartas credenciales a finales de agosto, destacó la determinación de su país en revalorar las relaciones con América Latina en general y en especial con México, donde ve “enorme potencial” y al que se ha referido como “un país hermano”.
El diplomático hizo notar que se estima que hay unos dos mil ciudadanos israelíes en México, amén de la comunidad judeo-mexicana.
Zvi Tal destacó los vínculos sociales y humanos y anotó como ejemplo el creciente número de empresas israelíes, incluso restaurantes, en México.
Citó recientes visitas de funcionarios israelíes y las posibilidades de intercambio que se abren, al recordar que el acceso de México a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) impide que sea considerado para asistencia, pero no la posibilidad de asociación y que pueda ser un sitio dónde concentrar y desde dónde hacer llegar ayuda a otras naciones.
En ese marco, destacó las posibilidades de colaboración, por ejemplo, en términos de agricultura, educación y aún de seguridad. Subrayó además que 40 por ciento de las exportaciones israelíes son de alta tecnología.
El diplomático consignó la existencia de vínculos entre grupos delincuenciales de los dos países, pero expresó el deseo de que no llegue a ser necesario añadir a la embajada un agregado para temas de delincuencia. El actual responsable regional, se encuentra en Colombia.
Al abordar otros temas, el embajador israelí destacó que el retiro estadounidense de Medio Oriente crea una situación inédita a la que Israel habrá de adaptarse.
En particular, hizo notar que si bien la situación de la comunidad palestina parece haber sido puesta de lado por los propios países árabes, su país se siente obligado a buscar solución al problema, pero dijo ignorar qué forma pueda adoptarse. Aunque insistió en que hay cambios notables a considerar, como la creciente participación electoral de los partidos políticos de la minoría árabe-israelí.
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