Contextualicemos para empezar. Hasta hace algunas semanas fue un motivo serio de preocupación la exportación de aguacate Hass, producido principalmente en el estado de Michoacán, a Estados Unidos, nuestro principal cliente para la venta de ese manjar de suelo mexicano. La zozobra al respecto se dio por el desabasto de combustibles en estados del centro de nuestro país, entre los que se encuentra el territorio michoacano.
Por fortuna las cosas se dieron de la mejor forma y las exportaciones de aguacate desde el estado de Michoacán a los Estados Unidos, se han mantenido en tiempo y forma, sin que los combustibles necesarios para ello sean motivo de preocupación.
Pero las cosas no quedan allí, si bien México tiene una importante fuente de divisas en la exportación de aguacate, finalmente lo que estamos mandando para el norte, es sólo una materia prima, de la que en Estados Unidos se fabrica un producto manufacturado que es el guacamole, pues allá además de que en algunos hogares se prepara casero, en otros prefieren comprarlo ya envasado, lo que representa ya un negocio creciente de Estados Unidos tanto para su mercado interno, como para la exportación. Curiosamente uno de los destinatarios de tal producto manufacturado al norte de nuestra frontera, es precisamente México.
Si bien nuestra exportación de aguacate es ya un lucrativo negocio, puede éste crecer mucho más si se apoyan modelos industriales para procesar el fruto y convertirlo en un guacamole de exportación de la más alta calidad, algo que además puede tener un muy amplio mercado a nivel interno. Grande será el negocio para nuestro país si para las siguientes ediciones del Súper Bowl, además de exportar aguacates de la mejor calidad del mundo, también enviamos a Estados Unidos y a toda nuestra república, guacamole del mejor nivel y para todos los gustos, es decir en versiones no picante, picante y muy picante ¿por qué no? Es prioritario que México sea el principal país exportador de sus productos típicos y no dejarles a otros mercados la ganancia por lo que aquí hacemos mejor que nadie. Preguntémonos ¿tiene sentido?
