La automotriz japonesa Mazda Motor Co., colocará hoy la primera piedra de la que será su primera planta en Latinoamérica, que estará ubicada en la ciudad de Salamanca, Guanajuato.
En entrevista con Pedro Ferríz de Con para Grupo Imagen Multimedia, Takashi Yamanouchi, presidente y director general de Mazda, destacó que el principal objetivo de la fábrica será abastecer con vehículos de calidad a los mercados de Centro y Sudamérica, así como al mercado interno mexicano.
Pese a las dificultades económicas, los consumidores siempre buscarán tener un automóvil y es justo esa necesidad la que la empresa de origen asiático buscará satisfacer desde México.
Leopoldo Orellana, director general de Mazda México, dijo a su vez a Excélsior que la producción comenzará a partir de octubre de 2013.
“La idea de la planta es que se manufacturen 140 mil unidades por año, en principio para cubrir el mercado local y de Sudamérica, pero con el potencial de expandirlo a otros mercados como el norteamericano”, detalló.
Con esta planta “Mazda buscará posicionarse en los mercados emergentes, pues ya tiene presencia en Estados Unidos, Europa y Japón y sin duda, el siguiente era paso será Latinoamérica”, agregó Orellana.
México ganó
La estrategia para entrar a los países emergentes incluye producir vehículos con un costo competitivo, por lo que salió a buscar una nueva sede y se decidió por México.
Y para ganarle a Brasil, un fuerte oponente, pesaron los 44 tratados comerciales de México con el resto del mundo.
“Producir en territorio mexicano permite a Mazda
acceso a diversos mercados de forma libre y sin arancel, lo que no se tiene con otro país”, destacó.
Otro factor que incidió fue que manufacturar los autos en Japón y exportarlos cuando el yen se ha fortalecido no es negocio para la compañía.
Pero también la geografía importa. La ubicación de México, entre los gigantes del norte –Canadá y Estados Unidos– y América Latina al sur, además de su acceso a los océanos Atlántico y Pacífico, también pesó en la elección, reveló Orellana.
Otras ventajas consideradas por la empresa japonesa fueron la infraestructura de telecomunicaciones, carreteras, ferrocarriles y puertos, que dan al país una alta competitividad para la producción de autos.
Además, la gran cantidad de empresas de proveeduría de autopartes, que conforma una industria automotriz muy madura, hecho que le permitió a Mazda venir y trabajar con proveedores que ya están instalados aquí.
Por si esto fuera poco, la mano de obra mexicana es de muy buena calidad y de bajo costo, además de que en el país hay cada vez más escuelas técnicas y universidades que se especializan en la industria, dijo.
La inversión
Para la construcción de esta planta la empresa japonesa invertirá 500 millones de dólares; este mismo complejo permitirá tanto la producción de automóviles como de motores.
Orellana explicó que la inyección de capital de la firma asiática se utilizará solamente para levantar la planta y producir motores y vehículos y no incluye la inversión en proveedores, la capacitación de los tres mil empleados ni la que recibirán los 500 ingenieros que la japonesa contratará.
“En un principio no habrá estampado en la planta sino que se adquirirá el material de forma externa y muy probablemente a un proveedor mexicano” dijo.
En el caso de los motores tampoco habrá fundición pero no se descarta que este proceso se pueda dar. “De acuerdo a la demanda de automóviles que se genere, veremos cómo se podría ver más inversión”, agregó.
Ingenieros de la empresa ya comenzaron las negociaciones tanto con proveedores nacionales como japoneses que ya se encuentran establecidos en el país.
Aunque se busca aprovechar la presencia de empresas de Japón en Mexico, también podrían venir otras a instalarse en el país para surtir a la planta de Salamanca, sin embargo todavía no se ha tomado una decisión en ese sentido.
Se estima que entre 60 y 70 por ciento de la producción de autos de la compañía será para el mercado de exportación y la diferencia se destine al mercado interno.
Prepara el camino
La empresa producirá en México el modelo Mazda 3, conocido en otros mercados como Axela, así como el Mazda 2, también denominado Demio. El primero llegó a tierras mexicanas hace seis años, cuando la marca se introdujo en territorio nacional.
El Mazda 2, o Demio, se puso a la venta en agosto de este año, por lo que la empresa ya prepara una estrategia para incrementar la demanda.
Leopoldo Orellana precisó que Mazda 3 es uno de los vehículos insignia de la marca en México, ya que representa el 45 por ciento del total de las ventas de la marca en el mercado local.
“El volumen por sí mismo importado desde Japón ya es alto respecto al resto de la gama y lo mismo buscamos para el Mazda 2, para que en dos años, cuando ya que se produzcan localmente, se cambie toda la estructura de abastecimiento y ambos tengan gran demanda”.
Detalló que ambos vehículos serán la apuesta de Mazda en Brasil, donde se espera tengan un alto grado de solicitud.
Esto como parte del acuerdo que Sumitomo Co., y Mazda firmaron para la expansión de ambos hacia el cuarto mercado más grande de autos.
Sumitomo Co., que puso 30 por ciento del total de capital que se invirtió para la planta en México, abrirá una compañía de venta de vehículos en Brasil. Ésta comenzará a operar en 2011 y venderá en un principio los modelos 2 y 3 importados desde Japón, que serán sustituidos ya que comience a operar la planta de Salamanca.
Mercado interno
Mazda México planea vender 30 mil unidades durante 2011 en el mercado local y superar de esta forma los poco más de 25 mil que logró el año pasado.
Orellana negó que las ventas peligren por la reciente volatilidad de las monedas, así como que existan planes de cortar producción en Japón.
“Sin duda este hecho de que el yen se encuentre fuerte nos afecta en rentabilidad pero no queremos tomar decisiones apresuradas en cuanto a precios y volumen”, concluyó.