La caída que hubo en las exportaciones por la interrupción de las cadenas de suministro a raíz del coronavirus representan una oportunidad para que tendencias como el nearshoring y el reshoring pueden ser aprovechadas por México y América Latina, aseguró este lunes William Maloney, economista en jefe para América Latina del Banco Mundial, durante su participación en el Expansión Summit 2021.
“Las empresas se dieron cuenta que tienen que diversificar, que tienen que acercar (la producción) un poco más para hacer más robustos los eslabones de sus cadenas. No van a cambiar este modo de funcionar del mundo. Las diferencias en costos son demasiado grandes para relocalizar todo, sin embargo, se ha visto una tendencia hacia el nearshoring y el nearshoring”, apuntó Maloney en el foro La nueva globalización.
A raíz del coronavirus las empresas han adoptado medidas para acortar las cadenas de producción (nearshoring) y de relocalización (reshoring) para acercarlas más a los mercados de consumo final.
El 50% de las empresas estadounidenses está reubicando alguna parte de su operación y el 20% acercándola, expuso el economista en jefe para América Latina del Banco Mundial.
El compartir huso horario o que no haya una gran diferencia en ese sentido da a México una ventaja por estar cerca de Estados Unidos, aún la economía más grande del mundo.
“América Latina tiene una oportunidad, pero hasta ahora no han aprovechado las oportunidades que hay, eso implica algunas reformas importantes en la región”, como la falta de transparencia en el sistema de comercial en algunos países, falta de acceso fácil a los mercados; así como la falta de capital humano, detalló el funcionario del Banco Mundial.
Oportunidades
Más del 80% de las exportaciones mexicanas van a Estados Unidos y Canadá, socios comerciales de México en el T-MEC, sin embargo, hace falta explotar de mejor manera la parte de diversificación de las ventas al exterior.
Fernando Ortiz, presidente del Consejo Empresarial Mexicano del Comercio Exterior, Inversión y Tecnología (Comce), sostuvo que el reacomodo de las cadenas de valor es una “gran oportunidad” para México, especialmente en los sectores contemplados en el T-MEC.
“En la industria automotriz las nuevas reglas de origen que se tendrán que aplicar en el 2023 (75% de integración regional en los vehículos) tiene que ser con nuevas producciones y parte de esas pueden ser estas readecuaciones de las cadenas de valor: traer fábricas que están hoy en Asia para hacerlas en México”, anticipó.
Por ejemplo, agregó, México podría producir semiconductores y evitar así los paros por falta de este insumo en la producción de vehículos.
Además de la relocalización y el acercamiento, apuntó en su intervención Vladimiro de la Mora, presidente de la American Chamber México (AmCham), tiene que ver con el allyshoring, es decir, “no busquemos nada más la cercanía, sino que busquemos ser un aliado donde ¿Qué es lo mejor que México puede traer a la mesa?, ¿Qué es lo que puede traer Estados Unidos? Y ¿qué es lo que puede traer Canadá? Y no solamente una relación México-Estados Unidos, sino una relación regional”, sostuvo.
Estas tendencias comenzaron a implementarse desde que se dieron las tensiones con Estados Unidos y china, y se intensificaron con la llegada de la pandemia, recordó Amapola Grijalva, presidenta de la Cámara de Comercio y Tecnología México-China.
“No podemos depender de una sola cadena de suministro. La supply chain tiene que ser esta diversificación y este generador de valor que se mantenga funcional sin importar qué pase y tenemos que aprender a ser tremendamente flexibles. Lo que tenemos que asegurar es que la cadena no se pare”, sostuvo Grijalva.
México tiene un pendiente: el sur-sureste, zona que no se ha desarrollado a la misma velocidad que el resto del país por temas como la falta de infraestructura, capital humano o densidad de población.
También es necesario apuntalar temas como el Estado de derecho y seguridad, pues bloqueos a las vías férreas que se han dado en Michoacán, son un “freno” a las importaciones y exportaciones, pues “no damos las garantías de que podamos tener una logística eficiente y competitiva”, sostuvo Fernando Ortiz.
México-China
Para el gigante asiático, detalló Amapola, México representa tres oportunidades:
1. Preferencia arancelaria: Ahora que Estados Unidos tiene una perspectiva de crecimiento, la preferencia arancelaria para productos terminados ha hecho que México se vuelva atractivo para inversionistas y empresarios chinos.
2. Inversión extranjera directa: México es “el hermano mayor” para América Latina en industrialización, además del manejo de inversiones de capital extranjero.
3. Integración: nearshoring y reshoring pueden ser parte de una misma ecuación. Se puede tener integración de componentes críticos –que lleguen de cualquier parte del mundo- y, al mismo tiempo, compensaciones o intercambios de ir y venir de Canadá y Estados Unidos para hacer ensambles de productos finales.
“No solamente los chinos nos han empezado a tomar muy en serio, sino que hemos tenido un aumento significativo de nuestras exportaciones hacia China”, destacó Grijalva al tiempo de señalar que China es el segundo socio comercial de México y que el año pasado, a pesar de la pandemia, la exportación de alimentos al gigante asiático se triplicó.
Las áreas de oportunidad para atraer inversión están en el agro, el sector eléctrico, electrónico y automotriz; además de una nueva tendencia que apunta a los servicios.
Fuente:
José Ávila-https://expansion.mx/economia/2021/09/06/relocalizacion-acercamiento-empresas-mexico-summit