El 1 de diciembre asume Andrés Manuel López Obrador como nuevo presidente, lo que representa la llegada por primera vez de un líder de izquierda con el mayor volumen de votos de toda la historia de la democracia de la segunda economía latinoamericana.
Pero también es cierto, que sus dos mayores socios (Estados Unidos y Canadá) eligieron como fecha y espacio simbólico para la firma del nuevo tratado de libre comercio de los tres países ni más ni menos que el 30 de noviembre en Buenos Aires.
¿Quién firma en nombre de México? Ildefonso Guajardo, el Secretario de Economía del gobierno saliente en el último día de gestión en este cargo. La decisión de los tres países que forman el bloque económico más poderoso del planeta fue otorgar a sus secretarios de economía el poder de firmar el nuevo acuerdo bautizado “T-MEC” (Tratado de Libre Comercio México, Estados Unidos y Canadá).
Pero ahí estarán los tres mandatarios que siguieron toda la renegociación y se tomarán la foto del acuerdo: Enrique Peña Nieto + Donald Trump + Justin Trudeau.
Aunque será más que todo un momento simbólico porque el presidente mexicano llega a la capital argentina en las últimas 24 horas de su gestión. Mucho más no va a poder declarar, ni prometer.
Esta renegociación del tratado (antes llamado TLCAN) que se sellará en el otro extremo del continente, fue uno de los temas que más marcó la agenda electoral de Donald Trump en 2016, además de la construcción del muro fronterizo con México. “El peor tratado jamás firmado”, como le decía el candidato republicano efectivamente se puso a revisión en agosto de 2017 por parte de los tres socios.
Después de 25 años de comercio trilateral fue Trump quien abrió el juego y fue hasta octubre de este año que se logró finalmente llegar a un acuerdo nuevo.
Se modernizaron algunos capítulos, se mantuvieron algunos beneficios pero por sobre todas las cosas se logró que el principal cliente internacional de México (con 85% de las exportaciones) siguiera siendo Estados Unidos.
La renegociación era tan importante que incluso después de las elecciones en México, de la aplastante derrota al actual partido en el poder y el triunfo de una corriente política en el otro extremo del espectro, más importante es el negocio que los colores.
Es el único caso donde el futuro gobierno seis meses antes de asumir designa su propio negociador en comercio exterior que se sumó al equipo que ya estaba trabajando en los cambios y haciendo lobby. Todo sea por seguir siendo México el mayor exportador industrial de toda Latinoamérica.
Uno de temas que más tiempo llevó destrabar fue el del sector automotriz: México ya es el cuarto exportador mundial y séptimo fabricante de autos, un negocio muy sensible al nacionalismo que atizó Trump en su campaña.
Uno de los mayores cambios entre el TLCAN y el T-MEC que se firmará en Buenos Aires tiene que ver con un aumento en participación de partes de cada uno de los países en la fabricación final.
Y también este es un tema importante para Argentina, ya que una de las primeras metas del nuevo gobierno mexicano es diversificar sus destinos de importación y exportación de vehículos y componentes con lo cual se acelerarán los tratados en este sentido con Brasil (ACE 53) y con Argentina (ACE 6) que se firmarían en 2019.
Ay, México: tan cerca de EE.UU y tan lejos de Buenos Aires
El G-20 comienza a 24 horas de que asuma AMLO -como se le dice coloquialmente al futuro mandatario mexicano- con lo cual el evento en Argentina le quitará muchos invitados especiales a su toma de propuesta este 1 de diciembre.
En principio, va a ser una complicación para Enrique Peña Nieto, quien estará en la apertura del evento en Buenos Aires (por cierto el último como presidente mexicano), porque tendrá que volar de regreso en pocas horas desde Sudamérica para estar listo en la Ciudad de México para todos los actos protocolarios de la entrega de su cargo.
También será uno de los últimos vuelos internacionales del avión presidencial con bandera mexicana, ya que una de las promesas de campaña de AMLO fue venderlo y usar aviones de líneas comerciales en sus viajes.
¿Ir al G-20 o ir a la toma de protesta del nuevo presidente mexicano? Sus principales vecinos prefirieron la cálida temporada en Argentina y mandarán a representantes en su nombre. El invitado más polémico fue el primero en cancelar su presencia: Donald Trump enviará en su lugar a su segundo de abordo, Mike Pence.
Pero el toque “disruptivo” dentro de los invitados lo tomará Nicolás Maduro, presidente de Venezuela, que ya ha generado mucha tela para cortar con su presencia en México para ese primer sábado de diciembre.
Sin dudas Latinoamérica estará esos dos días, tanto al sur como al norte, en el spot light internacional, un espacio cargado de políticos, promesas, cambios de rumbo y posibles alianzas.