El gobierno mexicano abrió la puerta para importaciones de Estados Unidos de productos clave en la agricultura mexicana como papa, chile, tomate, cebolla y manzana, libres de impuestos, así como de límite de tonelaje y tiempo.
El anuncio se dio antes de la investidura de Trump y la firma de órdenes ejecutivas para la inmigración en Estados Unidos, que hará más difícil y peligrosa la vida de millones de mexicanos en aquel país.
En aquel entonces, hace unos seis días, Heraclio Rodríguez Gómez, dirigente estatal de la organización El Barzón, señaló que la medida del gobierno federal es un golpe inmediato para el campo mexicano porque obliga a los produtores locales a competir con los agricultores estadounidenses, quienes cuentan con mejores condiciones de producción, subsidio oficiales y mejores tarifas de electricidad y combustibles.
Rodríguez Gómez, indicó que la permanencia de la medida afectará a los productores y toda la población, pues la competencia con los estadounidenses aniquilará la producción nacional y entonces, la única opción será importarlos.
Por otro lado, el especialista en comercio exterior del despacho fiscal BéndiksenLaw, Víctor Yanar Ríos, explicó que el Gobierno Federal justifica esta apertura temporal –llamada cupos– con un supuesto desabasto y afirma que está tratando de garantizar la oferta de estos productos a precios competitivos, por lo que permite que el producto extranjero entre a México.
Además, el decreto no indica una cantidad de importaciones que pueden entrar al país sin impuestos, ni establece el plazo para que paren las importaciones, así que queda abierto hasta que se publique otro decreto.
El “Decreto por el que se establece el arancel-cupo a la importación de las mercancías que se indican”, publicado el 24 de enero por la Secretaría de Economía entró en vigor a partir del 25 de enero.