Los importadores mexicanos de trigo están buscando proveedores alternativos a Estados Unidos –hasta el momento el principal mercado–, para reducir su dependencia del país vecino.
Las reiteradas tensiones comerciales entre México y Estados Unidos está generando que los productores mexicanos de panificados recurran cada vez más a los suministros más baratos de Rusia, advirtió Reuters. No obstante, también suma proveedores en países latinoamericanos, como Argentina desde donde prevén importar hasta 100.000 toneladas.
En ese sentido, el jefe de comercio internacional del Ministerio de Agricultura de México, Raúl Urteaga, alertó acerca de las dificultades logísticas que deberá afrontar el país en la medida que reduzca su dependencia de los proveedores estadounidenses.
“En el corto plazo, poder sustituir la logística y los volúmenes, que son gigantescos, no va a ser rápido y sencillo de hacer”, dijo. “Tenemos que recordar que existe todo una infraestructura, tanto por ferrocarril, por barco y que esta logística lleva 40 años, 50 años operando”, agregó.
Según la agencia de noticias, en junio funcionarios mexicanos amenazaron con imponer aranceles a los granos estadounidenses si el conflicto comercial se profundiza. Al respecto, el gobierno de México ya avanzó en ese sentido con algunos productos como acero, manzanas y carne de cerdo.
Si México grava las importaciones de trigo de Estados Unidos, el suministro de trigo ruso y de otros países serían aún más atractivos para los compradores mexicanos, advirtió Reuters.
“Es importante darle mensajes al señor Trump”, dijo José Luis Fuente, presidente ejecutivo de la Cámara Nacional de la Industria Molinera de Trigo (Canimolt), que representa el 80% de los molineros mexicanos, a lo que agregó que si bien México seguirá comprando trigo estadounidense tampoco se puede quedar en una dependencia absoluta.
El cambio a proveedores alternativos está provocando que Estados Unidos pierda cuota de mercado. Solo al mercado mexicano, las exportaciones de trigo estadounidense cayeron un 38% en valor, hasta los 285 millones de dólares, en los primeros cinco meses de 2018. En tanto, los envíos generales, valuados en 2.200 millones de dólares, declinaron un 21%.
Durante los primeros tres meses del año, las exportaciones de trigo ruso y ucraniano a México ascendieron a 243.000 toneladas, según datos de Canimolt difundidos por Reuters, convirtiendo a los productores de trigo de la región en la mayor fuente de importaciones para los molinos mexicanos.