No se renegocia. No porque no queramos nosotros, sino porque no les interesó a ellos”, dijo Francisco de Rosenzweig, subsecretario de Comercio Exterior de la Secretaría de Economía.
Argentina insistió en restringir el comercio entre ambas naciones, mientras que México planteó que se podía incrementar las exportaciones en ambas vías y promover mayor equilibrio en los dos países.
Con el ACE 6, recíprocamente se otorgan preferencias arancelarias en alrededor de 40% de las 12,000 clasificaciones de productos que conforman toda la tarifa general de importaciones.
La oposición de Argentina surgió cuando México presentó la lista de productos a los que se les debería aplicar reducciones o eliminaciones de impuestos a las importación, a cambio de que otorgara una apertura a productos como vino, carne, soya, queso y autopartes.
En el comercio bilateral realizado en el primer trimestre del 2012, las exportaciones de México sumaron 600 millones de dólares y sus importaciones fueron por 224 millones, con un saldo favorable de 376 millones.
Inicialmente, Argentina pidió renegociar el ACE 55, con el que intercambia ventajas arancelarias con México, además de incluir también concesiones con Brasil, Uruguay y Paraguay.
ARGENTINA, EN LA MIRA
En mayo, la Unión Europea presentó una demanda contra las restricciones a las importaciones de Argentina ante la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Con dicho precedente, México y otros 12 países amagaron con hacer lo mismo.
La Comisión Ejecutiva de la Unión Europea argumentó a la OMC que Argentina ha puesto en marcha medidas restrictivas, incluyendo un régimen de licencias de importación y una obligación a las empresas para equilibrar las importaciones con las exportaciones.
En respuesta, el canciller argentino, Héctor Timerman, replicó que su país “se sitúa entre las 11 economías más abiertas del mundo, sobre 55 países analizados por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos”.