Jaime Zabludovsky, presidente del Consejo Mexicano de la Industria del Consumo (ConMéxico), señaló en conferencia de prensa que los gobiernos y empresarios de Estados Unidos y la Unión Europea también están preocupados por el proyecto -ya aprobado- de la NOM-051, que regula el etiquetado para alimentos y bebidas no alcohólicas.
“Los gobiernos han expresado su preocupación por las restricciones a los derechos de propiedad industrial e intelectual, protegidos por los tratados internacionales, así como el impacto de estas medidas en el libre comercio”, comentó Zabludovsky el martes en conferencia de prensa.
El comentario de Zabludovsky hace eco de las preocupaciones expresadas por la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos.
“Es preocupante que las regulaciones propuestas, dirigidas a mejorar la salud pública, sean más restrictivas de lo necesario para el comercio”, se lee en un documento enviado por la Oficina a la Organización Mundial del Comercio (OMC).
La Secretaría de Economía informó el 24 de enero sobre la aprobación del proyecto para modificar la NOM-051. El resultado será un etiquetado que advierta con octágonos negros y leyendas en letra grande cuando el producto en cuestión tenga un exceso de sodio, grasas trans, azúcares y otros componentes potencialmente dañinos para la salud de quien los consuma.
El proyecto pasó por un proceso de consulta amplio en el que se dialogó con varias dependencias de gobierno, organizaciones civiles, académicos y empresarios del sector. El empresariado, sin embargo, acusó al gobierno federal de haber descartado todas sus sugerencias y efectivamente impuesto la nueva norma.
Según los miembros de la IP, el nuevo etiquetado no busca informar al consumidor de manera adecuada, ya que mide a una variedad de productos con la misma vara sin tener en cuenta tamaños de porción y otros detalles.
Los empresarios esperan poder dialogar una vez más con las autoridades gubernamentales a cargo del etiquetado. Ante la posibilidad de topar pared una vez más, sin embargo, están preparándose para llevar la batalla a los tribunales, incluso a nivel internacional.
La pregunta es si ambas partes podrán resolver sus diferencias que, a todas luces, parecen ser más de índole filosófica que técnica.
*Fuente: https://marcomares.com.mx/
