Organizaciones ambientalistas en México aseguran que diversos manglares del país están en peligro por la tala ilegal y las construcciones levantadas en esos ecosistemas cada vez más vulnerables.
El pronunciamiento difundido hoy, en ocasión del Día Mundial de los humedales, está suscrito por Bios Iguana, Centro Mexicano de Derecho Ambiental, Defenders of Wildlife de México, Guardianes del Agua y Greenpeace México.
Según opinan esas instituciones, resultan constantes las iniciativas jurídicas que pretenden modificar aquí la protección legal a los manglares, a fin de autorizar que distintas empresas devasten decenas de hectáreas.
En los estados de Colima, Sinaloa y Quintana Roo hay evidencias de daños recientes a esos ecosistemas, advierte el texto.
La Administración Portuaria Integral de Manzanillo, Colima, destruyó más del doble del manglar autorizado; de 30,07 hectáreas previstas, deforestó 66,65, reveló la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad.
De acuerdo con los ambientalistas, en Quintana Roo prevén ejecutar canales en perjuicio de manglares ubicados en una Zona Especial de Protección de Flora y Fauna, considerada la principal playa de anidación de las tortugas caguama y blanca en el litoral caribeño de este país.
Esa demarcación es reconocida como humedal de importancia por la Convención Ramsar y la construcción prevista afectaría el flujo hidrológico e infringiría la ley nacional sobre protección de vida silvestre, indica la denuncia.
Recientemente, quedó aprobado el proyecto Entre Mares, que se pretende ubicar en más de 390 hectáreas de la Península de El Mogote, en La Paz, Baja California Sur, detalla la evaluación.
La edificación allí de complejos residenciales, turísticos y comerciales, con un total de tres mil 420 unidades habitacionales, o su equivalente de seis mil 840 cuartos hoteleros y un campo de golf profesional de 18 hoyos, afectaría dunas costeras y los flujos hídricos que alimentan al manglar, precisan los ecologistas.
“Si evaluáramos las consecuencias económicas que tendrán en conjunto estos desarrollos para las pesquerías del país, estaríamos en el orden de una decena de millones de dólares anuales”.
Pero cálculos más recientes señalan que la transformación de estas hectáreas de manglar de franja costará a las futuras generaciones más de cien millones de dólares, solamente por la pérdida de productos pesqueros, estimó el investigador del Instituto de Oceanografía Scripps Octavio Aburto-Oropeza.