La logística y la gestión de la cadena de suministro subsisten como factores clave, de manera que su optimación permite a una empresa afianzarse y penetrar en nuevos mercados, incrementar su cuota y, consecuentemente, aumentar sus beneficios. De esta manera, las compañías buscan soluciones logísticas en regiones a las que quieren llegar y que les permitan rentabilizar este proceso de distribución.
La logística es la esencia del comercio, y en el contexto de apertura comercial y globalización económica, el desarrollo del sector transporte y los servicios logísticos constituyen un elemento fundamental para elevar la competitividad de las cadenas productivas, al crear condiciones para que los bienes generados se coloquen ventajosamente en el mercado. Las nuevas prácticas empresariales y de comercio exterior e interior, en conjunto con la reducción de stocks de producción y el just in time, hacen que la gestión integral de los flujos de mercancías sea cada vez más relevante a la hora de insertar un bien o servicio en el contexto internacional.
La eficiencia en la distribución del producto minimiza el importe en el precio final del mismo, a la vez que fomenta la disponibilidad al consumidor en el plazo, cantidad y condiciones deseadas, atrayendo al cliente. De esta forma trasciende, en beneficio de las empresas y una dinamización de la economía. Un producto o servicio tiene poco valor si no está disponible para los clientes en el momento y lugar en que se desea o se necesita consumir. A fin de proveer a esta articulación entre productor y cliente, de un espacio físico para operaciones, la tendencia actual consiste en la creación de plataformas logísticas en enclaves estratégicos que permitan mantener un flujo dinámico y eficaz de mercancías.
Es en este punto cuando la existencia de plataformas logísticas, su oferta de servicios, grado de especialización, condiciones de actuación, ventajas globales conferidas y servicios especiales diferenciadores, se presentan como necesarios para los procesos logísticos de las empresas, y permiten el desarrollo de la actividad económica local en el área de ubicación de la plataforma, beneficiando así a ambos actores: las empresas y los promotores regionales de la misma. El conocimiento de esta situación por parte de las empresas y el notable incremento de la demanda de este tipo de espacios, han permitido que en los últimos años el número de plataformas logísticas experimente un crecimiento sostenido.
Se constituyen como espacios urbanizados y claramente delimitados, localizados estratégicamente, preferiblemente con enlaces entre distintos medios de transporte y dotados de superficies extensas, ofreciendo a las distintas empresas que en ellas se ubiquen, los servicios necesarios para la actividad logística deseada.
Entre estos se incluyen: almacenamiento, mano de obra especializada, servicios a los transportistas, servicios terciarios y una entidad gestora de la plataforma, de procedencia pública, privada o mixta, que se desempeñe como intermediario entre las distintas empresas para coordinar los servicios y equipamientos generales, creación de sinergias y atención a las necesidades particulares de cada actividad. Cada vez es más común que las empresas subcontraten servicios de logística, con el objeto de centrarse en su actividad principal.
Para su éxito una plataforma logística requiere del correcto análisis de tres aspectos: área de influencia del proyecto, espacio físico disponible para el desarrollo del mismo y las conexiones de infraestructura de transporte, que en conjunto, la sitúen en una posición estratégica para el área de influencia.
Dentro de los aspectos operacionales, la reserva del suelo es un factor clave, seguida por la flexibilidad en la oferta inmobiliaria, el tamaño empresarial, los acuerdos o implicaciones de las administraciones públicas, servicios de construcción, relación con los proveedores de servicios, diversificación fuera del sector, número de parques en los alrededores y la internacionalización. Como factores de marketing, el principal es la situación geoestratégica, seguida del carácter multimodal, la dotación de servicios comunes, el precio de alquiler o venta, las infraestructuras generales, el grado de adaptación a los requerimientos del cliente, el tamaño y la imagen de la plataforma.
Se trata de iniciativas relativamente novedosas, generadas como resultado de los fenómenos de globalización e internacionalización que inducen a que la economía industrial dirija su atención a la actividad logística como una fórmula de optimación de actividades y de distinción entre competidores y que necesitan de infraestructuras especializadas para esta actividad para prestar todos los servicios relacionados. Suponen un impacto altamente positivo en la región donde se ubiquen, tanto desde el punto de vista social y económico como de transporte y con mínimas repercusiones medioambientales, incluso, mejorando aspectos negativos como la contaminación por el transporte.
