Debido a políticas públicas inadecuadas, burocráticas, erróneas, carentes de financiamiento oportuno, suficiente y créditos blandos de los gobiernos en turno, productores de arroz en México han “remado contra corriente” desde hace tres lustros, para disminuir las importaciones que en el último año fueron del orden de las 800 mil toneladas, para cubrir el 75 por ciento del abasto de la población.
Pedro Alejandro Díaz Hartz, presidente del Consejo Nacional de Productores de Arroz, informó además del inicio de una campaña en el país para aumentar el consumo anual del grano sembrado en el país pues hoy es apenas de 6.5 kilogramos per cápita, mientras que en países asiáticos como China fluctúa entre 120 a 200 kilogramos por persona en el mismo lapso.
El dirigente advirtió también que en este 2011 se prevé que la productividad de alimentos se vea afectada y sufra un impacto negativo -sin estimar pérdidas- a consecuencia de la distracción o desviación de la atención por parte del gobierno y los diferentes actores políticos por dar prioridad a las campañas electorales, principalmente a la del Estado de México el 3 de julio próximo.
En conferencia destacó la aprobación por parte del sector del programa gubernamental de agricultura por contrato, para garantizarles protección en precios desde “piso a techo” ante el alza incontrolada de los insumos, principalmente en fertilizantes, plaguicidas e hidrocarburos.
Lamentó que el sector arrocero enfrente un sinnúmero de limitantes que han impedido retomar a esa actividad los niveles que lleven a la autosuficiencia productiva y de rentabilidad que hubo hasta antes de la firma de acuerdos comerciales con otras naciones como fue la del TLCAN.