El mundo del comercio marítimo vive y se extiende por una amplia gama de bienes. Pero en términos de crecimiento, en algún momento en el tiempo algunos productos parecen tener mucho peso o bajo peso en comparación con su parte del comercio total. Y una vez que la distancia de los envíos marítimos entra en la ecuación, las cosas pueden ser aún más complejas, observa un reporte de Clarksons.
El amplio espectro de tipos de carga movilizada por vía marítima se estima en 11.500 millones de toneladas este año. El crudo y los derivados del petróleo representan el 27% del total, los graneles sólidos el 44% y los contenedores el 16%.
El comercio marítimo mundial, en cuanto a toneladas transportadas, se ha incrementado en un 38% (3.200 millones de toneladas adicionales), tras haber descendido un 4% en 2009, pero se han ido produciendo gradualmente cambios tanto en los tipos como en las cuotas de cargas en los diversos mercados. Por lo tanto, para comprender dónde se ubican estas “toneladas” extra, es necesario observar un poco más cerca.
Una comparación interesante para poder determinar lo anterior resulta de contrastar los grandes volúmenes de carga movilizada, expresadas en toneladas del año 2009 con las transportadas este último año.
Al realizar este ejercicio se puede observar que el mineral de hierro, respaldado por la continua demanda china, representó el último año un 18% del intercambio comercial por vía marítima, frente a su participación de 13% durante 2009.
El comercio de contenedores (en toneladas) ha representado el 21% del crecimiento del período, con un incremento de 6%.
Mientras tanto, el comercio combinado de crudo y productos derivados de petróleo ha representado sólo el 14% del crecimiento desde 2009, con una diferencia negativa del 13% en comparación con su participación en el comercio este año.
Una segunda comparación interesante considera la distancia. En primer lugar, una comparación rápida de la importancia de las diferentes cargas, tanto en toneladas como también en toneladas/millas destaca un par de resultados interesantes. Se calcula que el intercambio comercial de graneles sólidos por vía marítima representa el 49% de las toneladas/millas totales de este año comparado con el 44% de las toneladas.
Los productos petrolíferos, con una mayor prevalencia de componentes comerciales intrarregionales, proporcionan el 9% del comercio en toneladas, pero sólo el 5% en toneladas/millas.
En segundo lugar, esto lleva a una comparación de la diferencia entre el ‘peso’ agregado en toneladas y toneladas-millas desde 2009, lo que arroja algunas tendencias interesantes también.
El grano (incluyendo la soja) representa el 8% del crecimiento en toneladas/millas, pero sólo el 6% en toneladas, mientras que el crudo, que representó el 6% del crecimiento en toneladas, ha contribuido al 10% del crecimiento en toneladas-millas.
En ambos casos, el flujo comercial desde el Atlántico a China ha tenido un impacto clave. Mientras tanto, las cargas en contenedores representan el 21% del crecimiento en toneladas, pero sólo el 18% en términos de toneladas/millas.
Observando escalas
En consecuencia, plantea Clarksons, existe una serie de maneras de examinar dónde se ha alterado el equilibrio del comercio marítimo.
Tanto las cargas de graneles sólidos como contenerizadas han aumentado mucho sus “pesos y volúmenes”, pero considerando la distancia en la ecuación de la demanda por transporte marítimo, se observa un incremento notable en granos e, incluso, en crudo. Estos cambios en curso sólo muestran lo complejo de lidiar con “peso y volumen” para los armadores que tratan de predecir las tendencias de crecimiento del comercio marítimo.