Permitir la entrada o mayor participación de capital extranjero a México en sectores estratégicos como autotransporte, puertos y navegación, pondría en riesgo al país, pues se dejaría en manos de extranjeros el control logístico de la nación, señalaron la Cámara Mexicana de la Industria del Transporte Marítimo (Cameintram) y la Cámara Nacional de Autotransporte de Carga (Canacar).
Calificaron de inadmisible que la Comisión Nacional de Inversiones Extranjeras (CNIE) realice estudios para determinar en qué actividades productivas de México se pueden eliminar las restricciones a la Inversión Extranjera Directa (IED), dado que otras naciones se han reservado. Ambas agrupaciones señalaron que mientras el sector de transporte de carga terrestre y marítimo, dependan más de la IED, se pondrá en riesgo a las empresas nacionales, pues no existe reciprocidad con otras naciones.
Refugio Muñoz, director general de la Canacar, indicó que de abrir sectores como el transporte de carga terrestre a capital foráneo sería “darle en la puntilla” a un sector que hasta hoy se ha logrado mantener en manos de mexicanos. “El riesgo de permitir que IED tenga mayor participación en el sector transporte es que no haya reciprocidad, desde hace 15 años, el gobierno de Estados Unidos (EU) viola el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), en materia de transporte, mantiene cerrada la frontera a los camiones mexicanos mientras que sus unidades si pueden entrar sin problema a nuestro país” dijo. “Con estas medidas las autoridades buscan un mecanismo para evadir su responsabilidad, quieren encontrar un camino fácil abriendo el capital foráneo a sectores estratégicos. No estamos dispuestos a ceder, y menos cuando no existe reciprocidad. Les da lo mismo que los servicios mexicanos los recibamos de nacionales o extranjeros.
No está dentro del ámbito del CNIE decidir si se amplía la participación de la IED, es algo que se tendrá que decidir en el Congreso y ahí tendremos que vernos las caras”, sentenció. Empresas afiliadas a la Cameintram señalaron que nadie está en contra de la inversión extranjera y de que se capitalicen proyectos por parte de compañías foráneas, sino que México no cuente con los mismos beneficios que ofrece a otros países.
“Sabemos que nunca se va a tener un país espejo, con la misma legislación y las mismas condiciones, pero si se deben de buscar las asimetrías que permitan ser competitivos. No se trata de abrir por abrir, y con esto creer que ser va a resolver el problema de ausencia de inversión extranjera que se marcha por la inseguridad y por la falta de certeza jurídica”, acusaron.
Destacaron que no están de acuerdo con la política de total apertura indiscriminada a la IED, si no hay la reciprocidad o equivalencia. Asimismo indicaron que en la medida que se dependa en sectores estratégicos, como el marítimo, de la inversión extranjera directa eso pondrá en riesgo a las empresas mexicanas, y al control logístico del país, “ya sólo faltaría el control político”.
“Si otros países no han abierto el transporte en su totalidad es porque lo consideran estratégico para sus economías, es como si vendieras todas tus playas, para que construyeran hoteles los extranjeros”, indicaron empresas adheridas a la Cameintram. De acuerdo con la industria naviera, con frecuencia en el transporte marítimo existe simulación de tener menor inversión extranjera para cumplir con el 49% previsto, es decir las empresas buscan prestanombres para argumentar que es inversión neutra y no rebasan el porcentaje de capital previsto en la Ley de IED.
