Ricardo Peralta, el nuevo Administrador General de Aduanas, es un hombre arrojado, pero un tema parece retraerlo: el uso de las 49 aduanas del país para el tráfico de drogas hacia Estados Unidos… Habla, en específico, del fentanilo, uno de los opiáceos más potentes y peligrosos del mundo, con efecto multiplicador en relación con la heroína o morfina y cuya distribución se ha extendido en el mercado negro estadunidense.
“Durante años jamás le entraron a este tipo de cosas, es muy peligroso, por los intereses que se afectan y el dinero en juego”, dice a Crónica.
—¿Y tú le vas a entrar?
—Es mi trabajo…
Y al fin, suelta: “En el mes y 20 días que llevamos aquí, ya hay varias investigaciones en las que estamos participando, de alcance internacional… El objetivo es la detección de fentanilo hacia los Estados Unidos”.
Las indagatorias, promete, llegarán a fondo, sin descuidar el saneo institucional, “porque hoy la tecnología y los protocolos de seguridad están funcionando al 15 por ciento”.
Antes de tomar posesión, supo de diversos administradores de las 49 aduanas renuentes a dejar su cargo. “Decían, con seguridad, que el nuevo gobierno no podría hacer cambios, como si fuera su negocio personal o tuvieran un padrinazgo imbatible. Y antes de terminar el 2018 cambiamos a 45; apenas cuatro se quedaron, porque teníamos buenas referencias, aunque se les dio otra adscripción.
—¿Qué supiste de los 45 despedidos?
—Ya tenían una cadena de producción ilegal, hasta habían diseñado un calendario de la entrada de mercancías, qué entraba un día y qué entraba otro, y hacían tropelías. Pero les cambiamos el mecanismo y por eso hemos tenido grandes aseguramientos de armas y drogas. Llegaban inmensos volúmenes de mercancías y subvaluaban las cargas, a cambio de moches. El mensaje que di fue: un centímetro cubico de subvaluación y les fincamos responsabilidades.
—¿Algunos de los 45 son investigados?
—Sí, hay información muy sensible de una parte de ellos, cometieron delitos, empezando por enriquecimiento ilícito, no han podido acreditar su ostensible riqueza con los recursos que manifestaron ganar.
—¿Cuántos?
—Al menos 10, estamos integrando elementos y sólo esperamos que se modifique el Artículo 19 constitucional para que la corrupción sea considerada un delito de prisión preventiva oficiosa, no vamos a tentarnos el corazón contra nadie, seré de los primeros en ocupar el Código Penal Federal para ir contra ellos.
—¿Y los nuevos?
—Casi todos son universitarios, gente limpia, trabajaron de jueces, actuarios, notarios, contadores públicos, auditores, contralores. Todos fueron investigados por el órgano de evaluación del SAT, pedimos colaboración de agencias internacionales sobre su perfil, del gobierno de Estados Unidos, y de los órganos de inteligencia de la Sedena, Marina y Policía Federal. Están bien checados.
DE CAJA CHICA A MOTOR ECONÓMICO. Peralta ve a Aduanas como un “gran negocio” para el país. No sólo como eje de la seguridad nacional, sino como ente estratégico para resolver problemas económicos.
“La Aduana de Veracruz financió al primer gobierno independiente de México —ejemplifica—, pero en las últimas décadas la institución fue mandada a un tercer piso en la estructura de gobierno. Quedó como una caja chica, con posiciones para compadres y amigos del presidente en turno”.
Aun con corruptelas y simulación, las aduanas aportan al país 845 mil millones de pesos al año, derivados del cobro de IVA por importaciones y otros derechos de comercio exterior. Las transacciones de importación y exportación permiten calcular la balanza comercial y medir la inflación.
“El negocio puede potencializarse, pero hay desconfianza. El 87 por ciento de nuestras exportaciones depende de EU, tenemos 49 tratados comerciales y usamos sólo 10; con China, pese a su gran mercado, sólo el 2 por ciento. Urge internacionalizar al país: tener las mismas prácticas comerciales que las potencias, utilizar la misma tecnología, hablar el mismo idioma, diseñar una nueva Ley Aduanera y suscribir el convenio de Kyoto, principal instrumento de facilitación del comercio aduanero”.
—¿Por qué no se ha suscrito?
—Porque se obliga a la transparencia, a la tecnificación y a llevar las mismas reglas de otros países. Con la tecnología que hoy tenemos podríamos ya comenzar a tecnificar las operaciones de comercio exterior y que todas las mercancías entren prepagadas. En Estados Unidos pides algo por mensajería o comercio electrónico, en cualquier parte del mundo, y te llega al otro día; en México, pides la misma mercancía y si bien te va te llega en unos 60 o 90 días; y si te toca recogerla en una agencia pública como Sepomex, a lo mejor ya ni la encuentras.
Son muchos los proyectos, pero primero, dice, “hay que ocupar los puestos para el sistema de monitoreo, explotar los rayos gama en tiempo real y supervisar todas las mercancías que pasan de manera electrónica, para ir eliminando el método de semáforos fiscales: verde y rojo, tú sí pasas, tú no… Se presta a argucias y mordidas.
—Pero están en época de austeridad, ¿se ha recortado la nómina en Aduanas?
—Hasta ahora no. Lo que necesito es personal.
—¿Cuántos más?
—Al menos 2 mil, hay posiciones de trabajo abandonadas, sin vigilancia y pasa quien sea y con lo que sea…
—¿Van a contratar?
—Me encantaría, pero hay una instrucción de adelgazamiento en el SAT. Lo que he dicho es que la Aduana es de seguridad nacional y esos 845 mil millones de pesos por pago de derechos se pueden multiplicar. Nos podemos ahorrar 45 millones de pesos en sueldos, pero dejan de ingresar 20 mil millones de pesos si desaparezco un área, no sólo es poco rentable, sino incongruente. Ya he presentado un estudio de rentabilidad por cada área. Estoy subiendo la meta de recaudación para 2019 en un 30 por ciento, nos vamos a ir por arriba del billón, no hay una institución del gobierno que recaude tanto como la Aduana.
Pero, dice, “soy un hombre disciplinado. Haré lo impensable para potenciar la institución, aunque no soy de los que dicen sí a todo. El no también construye mucho”…
Aduana itinerante
Uno de los proyectos más novedosos de la AGA es la creación de una aduana itinerante, con administrador y personal suficiente, la cual viajará por todo el país en busca de corrupción. Tomará por sorpresa alguna de las 49 aduanas del país para verificar su funcionamiento y que no haya arreglos con transportistas, exportadores e importadores. Si no se detectan anomalías, la aduana itinerante seguirá su recorrido, de lo contrario, tomará la aduana y los funcionarios de ésta serán enviados a la CDMX para iniciar procedimientos administrativos y aplicar exámenes. Se forma otra para seguir de viaje.
Los datos
En las Administraciones Generales de Aduanas y Comercio exterior, laboran más de 12 mil personas y alrededor de 2 mil 800 son operativos.
En el área Central de Operaciones Especiales pueden participar en operativos con fuerzas federales, en delitos como huachicol; la Aduana tiene atribuciones para intervenir estaciones de servicio de gas, gasolina, turbosina y diésel para hacer verificaciones y comprobar si la mercancía ingresó legalmente al país. En el año, se han asegurado nueve pipas y 210 mil litros de gasolina.