Las papas fritas que comes en Burger King o que compras en el súper recorren miles de kilómetros para llegar al mercado mexicano, y un punto clave para que este producto arribe en las mejores condiciones es la cadena de frío, y en particular el transporte refrigerado que debe sortear diversos desafíos para cuidar la calidad de los alimentos congelados.
La cadena de frío se encuentra en constante evolución y los nuevos desafíos que trajo la distribución de la vacuna contra COVID-19 han hecho más relevante la necesidad de procesos y logística más eficientes, que no sólo garanticen la calidad de los productos, sino que permitan cuidar los costos y los tiempos.
En ese sentido, Simplot, uno de los productores de papa más grandes en el mundo y distribuidora de alimentos congelados, tiene claro que el transporte en frío es parte fundamental de su estrategia logística y por ello considera tres factores críticos: tiempo, costo y calidad.
«No se puede perder la cadena de frío, es fundamental. En México hemos avanzado tremendamente en desarrollar y mejorar precisamente capacidades para tratar de mantener la cadena de frío a lo largo de todo el trayecto, desde que el producto es producido en una planta hasta que es finalmente manipulado para servir en un plato en un restaurante o en un quiosco», destaca Luis Rodríguez Mastache, director general de Simplot para México y Centroamérica.
El directivo agrega que el costo y el tiempo son otros factores clave para triunfar en el mercado, pues tienen impacto en el precio del producto y en una eficiencia operativa para cuidar el estatus del inventario; y resaltó que para esto contar con socios logísticos es fundamental, como Frío Express, que se encarga de toda su distribución a nivel nacional; y Frialsa para el almacenaje en frío de sus productos.
Fundada por J.R. “Jack” Simplot, esta empresa tiene sus oficinas centrales en Boise Idaho, así como campos de cultivo en el norte de Estados Unidos, el sur de Canadá y el Bajío mexicano, desde donde sus productos se desplazan miles de millas para llegar a miles de puntos de venta de food service ubicados en México y Centroamérica.
Simplot es una compañía B2B que se enfoca en el mercado de food service, que entres sus clientes tiene a Grupo Posada, cuyas marcas más reconocidas son Fiesta Americana y Fiesta Inn; cadenas de comida rápida como Burger King; restaurantes de niveles A/B como Grupo Carolo; y clientes regionales como El Pollo Feliz; y también algunos canales de autoservicio o clubes de precio, como Walmart, Soriana y Sam’s, a los que maquila las marcas propias; así como a mayoristas de la Central de Abastos de Ciudad de México, que al vender por bolsa a pequeños negocios permite que sus productos incluso estén presentes en puestos de hamburguesas y pequeños kioscos.
Sus productos, entre ellos las papas, recorren desde Canadá o Estados Unidos más de 2,000 millas (más de 3,200 kilómetros) para llegar a Sinaloa y Sonora; más de 3,000 (4,800 kms.) para el centro de Ciudad de México y el Bajío; y más de 4,000 millas (alrededor de 6,500 kms.) hasta Cancún. En este último destino, por ejemplo, el traslado puede tomar dos semanas, y es aquí donde el transporte en frío es parte fundamental de su estrategia logística.
«Desde que sale de nuestros almacenes hasta que llega a la bodega de nuestros distribuidores, (el producto) tiene que mantener los 18° C bajo de cero para poder garantizar que el producto esté en óptimas condiciones», detalla Alberto Ponce, director de Operaciones de Simplot para México y Centroamérica.
Desde sus bodegas en Canadá y EU hasta la frontera con México, donde se encuentran su almacenes estratégicos, sus productos se desplazan en líneas americanas de ferrocarril; ahí son despachados en camiones refrigerados a los espacios de almacenamiento de sus distribuidores, para que ellos puedan hacer el picking (preparación de pedidos) y posteriormente salir a hacer la última milla para llegar al punto de venta.
La pandemia del Covid-19 y las restricciones impuestas, tanto a la movilidad de las personas como a las actividades comerciales, fue un duro golpe para la industria del foof service, precisa el director general de Simplot para México y Centroamérica; particularmente los primeros meses del confinamiento, en el que los restaurantes cerraron y se cancelaron muchas órdenes de entrega, y que obligó a las plantas a frenar su ritmo para no sobrecargar los inventarios.
No obstante, agrega, a finales de 2020 se comenzaba a mostrar una recuperación, pero la llamada segunda ola supuso otro freno; sin embargo, para el primer semestre del 2021 se comenzó a mostrar una recuperación más acelerada y a raíz de implementación de la vacuna el efecto ahora es positivo «con una aceleración tremenda donde hay que recuperar inventarios».
«Ha sido muy retador, hemos tenido que reinventarnos y aquí destaco algunos aprendizajes como el ser muy ágil, porque tienes que estar muy cerca de la cadena de valor, muy ágil para entender que los inventarios y el capital del trabajo tienen ser manejados en el día a día, con mucha claridad porque si no te pones en un riesgo financiero muy fuerte.
Segundo, tienes que estar muy claro con las tendencias, con la tecnología, el uso de plataforma para poderte conectar (…) Ha crecido el servicio de comida para llevar, el servicio de delivery es impresionante y esto lo que nos hace es acelerar tendencias de los consumidores que hoy están más acostumbrados a comprar a través del teléfono celular», destaca Rodríguez Mastache.
Fuente:
Erick Zúñiga-https://www.tyt.com.mx/nota/transporte-en-frio-esencial-para-que-las-papas-de-simplot-lleguen-a-tu-mesa