Veamos primero qué parte representa el costo del combustible en los gastos operacionales del transportista. Las cifras varían según las fuentes.
La Asociación Nacional de Transporte Privado (ANTP) agrupa principalmente grandes empresas de productos de consumo, alimentos, materias primas y de distribución como FEMSA, Grupo Bimbo, Cargill y Walmart. Los flotas de transporte de estas empresas, o de sus proveedores de servicios de transporte, constan de centenares o incluso de miles de unidades.
El presidente de la ANTP, Leonardo Gómez Vargas, explicó este martes en una entrevista con el diario El Economista, que el combustible representa entre el 20 y el 40% de los costos operacionales de los transportistas.
La Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar) es una de las organizaciones gremiales que defiende los intereses de la industria del autotransporte de carga. Cuenta entre sus socios, tanto empresas de transporte grandes, medianas como hombres-camión.
Según declaraciones de su vice-presidente, Refugio Muñoz, al diario El Financiero, el gasto en combustible puede representar desde un 35% hasta un 40% de los costes totales de los transportistas.
Tarifas de cuando el dólar valía 13 pesos
Julio César Sixtos es gerente comercial de Transportes Sixtos, una empresa familiar de Salamanca (Gto.). La empresa ya existe desde hace más de tres décadas y su flota de 30 tracto-camiones transporta sobre todo líquidos y combustibles en auto-tanques.
El empresario guanajuatense está considerando aumentar sus fletes entre un 20 a 25% e insiste en que Transportes Sixtos, igual que muchas empresas de transporte, “sobre todos los pequeñas y medianas” no han aumentado sus tarifas de carga desde 2013, cuando el dólar se cotizaba en 13 pesos, contra los 21 pesos en los primeros días de 2017.
Sixtos estima que de cada 100 pesos de sus gastos operacionales, entre 40 y 50 van a la compra de diesel. No ve otra solución que aumentar sus tarifas de transporte: “Con los nuevos precios de combustible que entraron en vigor el 1 de enero, ya no tenemos a dónde hacernos. Si no aumentáramos los fletes, tendríamos que reducir nuestros márgenes de utilidad más del 60%. ¿Quién puede soportar esto? No nos queda de otra que intentar renegociar los fletes con los clientes con quienes ya tenemos contratos y aumentar los fletes de los contratos que están a punto de renovarse o los contratos nuevos.”
Julio César Sixtos tampoco espera que a lo largo del año, los precios del combustible vayan bajando: “¿Quién los va a creer? No hay quien entienda: Ahora, aquí en Salamanca, donde hay una gran refinería de Pemex, el combustible es más caro que en otras ciudades del país. “
Aún queda por definir la subida
En Transportes Romaga, una empresa familiar de Tihuatlán (Ver.) que ya lleva 20 años operando, también tienen claro que van a tener que incrementar las tarifas, pero aún no han definido cuánto. La coordinadora administrativa de la empresa, Liliana Maldonado, confirma en entrevista telefónica que en este momento, la compra de combustible para la flota de 18 unidades lleva el 40% de su gasto operativo.
Liliana Maldonado coincide con su colega transportista de Salamanca en que subir las tarifas de carga no es solo inevitable por las alzas del precio del diesel, sino también por el aumento de los precios de refacciones, llantas y casetas. Como era de esperar, cuando avisó a su clientes habituales de que no tenía otra opción que aumentar las tarifas, algunos contestaron que iban a contactar otros proveedores para ver si ellos sí mantienen los precios.
En opinión de la coordinadora administrativa, a pesar del fuerte incremento en los costos de operación, las empresas de transporte de la región son prudentemente optimistas para el corto y mediano plazo: “Por la cercanía con el Puerto de Tuxpan, se espera mucho movimiento por la reactivación de la actividad petrolera.“
A pesar de que en este momento, el Puerto de Tuxpan no cuenta con un servicio marítimo regular de este tipo de carga, los clientes les están solicitando muchas cotizaciones para transportes de contenedores, entre este puerto, el Valle de México y el Bajío, sobre todo en doble remolque. Esto indica que sigue habiendo interés por parte de los exportadores e importadores.
Entender a los clientes
Desde el municipio mexiquense de Jocotitlán, Agustín Enríquez, coordina las operaciones de los 14 tracto-camiones de Autoexpress El Rosario entre Chihuahua, Cuidad Juárez, Tijuana y Hermosillo y el centro del país. El combustible representa el 45% del gasto operacional de la flota, cuya edad oscila entre 1 y 10 años.
A Enríquez, le gustaría poder incrementar sus tarifas de carga un 17%, pero entiende que sus clientes tampoco pueden subir mucho sus precios finales: “Con algunos hemos crecido desde cero, nos han dado la oportunidad de trabajar y nos hemos puesto la camiseta con ellos. Por esta razón, estoy pidiendo un incremento del 7% al 10%.”
En opinión del transportista, las grandes empresas de transporte con flotas de hasta centenares de unidades tienen más margen para mantener sus tarifas actuales: “Para empresas como la nuestra, es mucho más difícil.”