La naviera Wallenius Wilhelmsen Logistics (WWL) publicó la opinión de diversos analistas en torno a la industria automotriz en México, luego de que Ford anunciara la cancelación de su planta en San Luis Potosí por mil 600 millones de dólares (mdd), secundada por una posible cancelación de parte de la producción de Fiat Chrysler en territorio nacional. Cabe destacar que esta industria en el país es crítica para las operaciones de WWL.
Según el documento, firmado por David Nikel, la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos se produjo al final de un año en el que destacó la incertidumbre política extendida por todo el mundo, pues mientras Europa está a la expectativa de un post-Brexit, todo el mundo está a la espera de ver si Trump mantiene su promesa electoral de hacer cambios radicales en los acuerdos comerciales de su país.
México, dice el texto, puede estar afectado, más que la mayoría. Sólo en las últimas semanas, Ford ha anunciado que detendría los planes para una nueva planta en México, aunque parte de este volumen de producción ahora se espera que lo asuman otras plantas mexicanas existentes, y Toyota ha dicho que mantiene una nueva planta en México prevista para 2019.
La producción y las exportaciones de México han crecido significativamente en los últimos cinco años. Hasta las elecciones de noviembre de Estados Unidos, las perspectivas del país 2017 fueron positivas.
Desde hace algún tiempo los fabricantes de automóviles del país han prosperado con mano de obra calificada y bajos costos”, comentó Erik Solum, analista de WWL. “A pesar de las incertidumbres políticas recientes y las señales de la escala de devolución de algunos fabricantes de automóviles, aún tenemos grandes esperanzas en México y las actividades de fabricación de automóviles en el país”.
La mayoría de los analistas tienden a compartir este punto de vista. De hecho, según David Nikel se espera que el número de vehículos por México a los Estados Unidos y Canadá aumente de manera significativa, lo cual ejerce una presión adicional sobre la capacidad de transporte existente fuera de México, y más aún en la industria del transporte marítimo de corta distancia como una respuesta sostenible y segura a este crecimiento.
Por su parte, Roberto Zavala, CEO en México de WWL, argumentó que el Tratado de Libre Comercio (TLC) ha facilitado el rápido desarrollo de la industria automotriz de México.
El TLC permite la libre circulación de determinadas mercancías entre México y los EE.UU., de una manera similar a los tratados de libre comercio en Europa. De los aproximadamente 3.4 millones de coches producidos en México durante 2015, una clara mayoría se exportaron, con 2.3 millones hacia Estados Unidos y Canadá”.
Ello debido a que al menos cinco nuevas plantas de fabricación de automóviles se han abierto en los últimos años, cuya tendencia es de crítica para las operaciones mexicanas de WWL, ya que más de la mitad de su negocio depende de la industria automotriz.
“WWL tiene presencia en las plantas de fabricación, instalaciones de distribución de vehículos y los principales puertos a lo largo de México, y la industria automotriz impulsa casi todos los volúmenes a través del ferrocarril entre México y Estados Unidos, detalló Zavala.
WWL también juega un papel en el de transporte marítimo, algo que debería aumentar si, como se espera, las exportaciones de México siguen creciendo.”
Según el estudio de la naviera, desde la crisis financiera de 2008 México se ha convertido en una estratégica cuando se trata de la fabricación de autos americanos. La crisis obligó a algunas decisiones difíciles que revitalizaron la industria del automóvil de Estados Unidos y la de México fue afectada positivamente.
Los coches pueden ser producidos en México mucho más barato que en Estados Unidos debido a los costos de mano de obra más bajos. La producción de vehículos ligeros en México para los mercados de Estados Unidos y Canadá se espera que aumente a más de tres millones en 2020, mientras que también se espera que las a Europa crezcan de manera significativa.
A pesar de que el objetivo de la administración entrante parece ser para proteger el empleo de fabricación dentro de los Estados Unidos, una discusión franca necesita llevarse a cabo sobre las posibles consecuencias de las restricciones comerciales y los aranceles de importación a la economía de Estados Unidos”, añadió Mike Jackson, Senior Executive for North America Vehicle Production Forecasting at IHS Markit.
De este modo, no sólo aplica el análisis para la industria automotriz, pues México también tiene un lugar privilegiado para el comercio electrónico a través de las Américas. A pesar de algunos problemas de infraestructura, la industria ha crecido en un 400% durante los últimos cinco años, entre otros ramos.
A pesar de la incertidumbre acerca de los niveles arancelarios sobre las exportaciones a los Estados Unidos, Roberto Zavala cree que el efecto sobre las tendencias económicas a largo plazo será limitado. “Esperamos que el comercio entre México y el resto de América del Norte se pueda desarrollar positivamente durante 2017 y a futuro”, finalizó.