El mercado negro de autopartes en México está valuado en 500 mdd, 10% de los medicamentos que se venden en el país son piratas, 50% de las bebidas son adulteradas y 20 millones de zapatos chinos entran de contrabando al año a través de las aduanas: piratería que hasta hoy no tiene freno.
Estas industrias son sólo un ejemplo de los productos apócrifos que invaden el mercado mexicano y que las autoridades mexicanas no han podido parar a pesar de las denuncias de las cámaras industriales y operativos en las aduanas.
Bernardo Herrerías Franco, socio encargado del área de Propiedad Intelectual del despacho Barrera, Siqueiros y Torres Landa, asegura que el Acuerdo Comercial contra la Falsificación (ACTA) va más allá de la censura en Internet o el combate a la piratería de música y películas.
Para el abogado, el acuerdo está enfocado a disminuir la piratería en todos los sectores industriales, principalmente a través de ofrecer mecanismos legales a la Administración General de Aduanas para detener mercancía apócrifa sin necesidad de una orden de la Procuraduría General de Justicia (PGR) o del Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI).
“Tenemos contenedores en tránsito con piratería que pasan por México y van a otros países, y no se están deteniendo. Al dueño de propiedad intelectual no le importa a dónde va, sino que se detenga”, señala.
Los agentes aduanales no están capacitados para la detención de cargamentos irregulares, pues debe dar aviso si los detecta a la PGR para que sea esta dependencia la encargada de tomar una acción.
Fernando Barbosa, presidente del Comité de Aduanas de la Organización Mundial de las Empresas, dice que actualmente las operaciones en las aduanas se concentran en los aspectos fiscales, fitosanitarios y seguridad, mientras que la propiedad industrial queda relegada a un segundo termino.
El ACTA también significa un compromiso de que México combatirá la piratería enérgicamente en todas sus expresiones, es decir, desde la frontera, la Web y el ambulantaje.
Pero ¿cuál es la probabilidad de que ACTA tenga un efecto real en los índices de este delito en el país o de que sólo se quede en un acuerdo más?
Bernardo Herrerías explica que si este acuerdo es ratificado por el Senado y de entrar en vigor, será considerado como un esfuerzo más de México, pero no como un remedio definitivo para abatir al problema.
“No se va acabar con la piratería. El punto de partida es que no existe educación, cultura y respeto a la propiedad de terceros. Ojalá un acuerdo se pueda llevar a nivel de Ley para poderla frenar”, subraya.
De acuerdo con la Encuesta de Hábitos de Consumo de Productos Pirata y Falsificados en México de American Chamber of Commerce of Mexico y la U.S. Chamber of Commerce, 88% de los entrevistados compró algún producto pirata, de los cuales 35% lo hizo una o dos veces al año; 52% cada 15 ó 30 días y 12% diario o una vez a la semana.
Aunado a la cultura que existe en el país en la compra de productos apócrifos, está el escaso seguimiento que las autoridades realiza a los productos una vez que ingresan al país, afirman los especialistas.
Incluso, hasta el momento la industria desconoce los alcances del ACTA, pues Arturo Rangel, presidente del Comité de Comercio Exterior de la Industria Nacional de Autopartes (INA), dice que aún no está informado si el acuerdo que México acaba de firmar incidirá en la disminución del 15% de autopartes piratas que se venden en el mercado negro.
