“Las posibilidades de mejora existen”, ha indicado. Entre ellas se encuentran los vehículos eléctricos, aunque esta tecnología “influye en la capacidad de carga”, y el gas natural, que reduce un 95 por ciento las partículas en suspensión y el 80 por ciento las de dióxido de nitrógeno. Para ello hay “hay mucho margen de mejora”, ha apuntado Solà, ya que en otros países la introducción de vehículos de carga de gas natural es muy superior.
Precisamente, uno de los proyectos del Plan Azul + de la Comunidad de Madrid es dotar de puntos de suministro de gas natural la conexión por carretera con Valencia, una de las principales vías de mercancías. Además, se apostará por el vehículo eléctrico y por la introducción de tecnologías más limpias en la flota de taxis, responsables del 14 por ciento de la contaminación en Madrid, como ha destacado Ricardo Riquelme, director general de Medio Ambiente. El transporte supone un 40 por ciento de la contaminación en la región.
El Plan Azul + también incluye la introducción de autobuses más limpios, aparcamientos disuasorios o la sustitución de calderas antiguas, más contaminantes. Riquelme ha subrayado la importancia de estas medidas para fomentar el empleo verde y mejorar la calidad de vida. “Calidad del aire y salud van íntimamente pegados”, ha subrayado el director de la Fundación Gas Natural.
También sería necesario apostar por el ferrocarril, cuyo uso para mercancías es residual, mientras que en otros países, como Alemania, llega a suponer el 25 por ciento, según ha explicado uno de los ponentes, José María López Martínez, subdirector del Instituto Universitario de Investigación del Automóvil (INSIA). Las ponencias de este seminario celebrado este miércoles también han tratado temas como el impacto de la contaminación en la salud, las ventajas que ofrece el gas natural y la visión de los fabricantes y usuarios de vehículos de carga.
