Raúl Téllez Villagra, presidente de Asomar, comentó que “la decisión que están tomando es un error, por alguna presión o por tratar de quedar bien con los cruceros, están pisoteando a la seguridad en dos aspectos: la de los puertos y la seguridad en la inversión, que requiere cualquier empresario que se la juega con su país”.
Comentó que esta iniciativa no atraerá más cruceros a los puertos, y detalló que en el caso específico de Mazatlán, las empresas de cruceros Carnival y Royal Caribean, se fueron expresamente por la inseguridad en el estado y no por el cobro del servicio de remolque.
En entrevista con el medio mexicano T21, destacó que los servicios de remolque a buques de cruceros tienen desde 2004 una tarifa especial que otorga entre un 40 y 60% de descuento en la tarifa regular, y son precios que se quedaron congelados desde 2007.
Asimismo, destacó que las empresas de remolcadores no son las que imponen las tarifas, sino la Dirección General de Puertos, dependiente de la Secretaría (Ministerio) de Comunicaciones y Transportes (SCT).
Actualmente, la Comisión Federal de Mejora Regulatoria (Cofemer) de ese país revisa el anteproyecto que establecería que los buques de crucero que cuenten con sistemas de propulsión que permitan a la embarcación moverse en cualquier dirección, son los que tendrían este beneficio, cuando los vientos no sean de más de 25 nudos por hora (46.3 km/h).
Raúl Téllez Villagra señaló que por cuestiones de seguridad es que se impone la obligatoriedad del uso del remolque, pero sólo en algunos puertos, como los de Ensenada, Manzanillo, Mazatlán y Veracruz.
Agregó que muestra de que el uso del remolque no desalienta a la industria de cruceros, es que en 2004 se determinó que en Puerto Progreso se eliminara el uso obligatorio de remolque y esta razón no fue suficiente para que más buques cruceristas arribaran al puerto. “Incluso llegamos a decir que nosotros ofrecemos brindar el servicio al crucero con cero costo, pero que demuestren que lleguen más cruceros”.
Las Asomar representa a cerca de 10 empresas mexicanas que operan en total 55 remolcadores, cuya inversión promedio por remolcador es de entre 10 y 12 millones de dólares, y generan cerca de mil 500 empleos.
