Entrevistado por Excélsior en relación al anunciado acuerdo del pasado 3 de marzo entre los presidentes de ambas naciones para permitir la libre circulación del autotransportes de carga, dijo que se trata de un compromiso de palabra entre los mandatarios.
Consideró que la apertura es “todavía una ilusión”, que lo único concreto que hay hasta el momento es una propuesta anterior del gobierno de la Unión Americana, que es sobre la que grupos de trabajo de ambos países ya trabajan, pero con la que Estados Unidos pretende condicionar la apertura con desventajas para los transportistas mexicanos.
Indicó que el propio presidente de la Canacar, Juan Carlos Muñoz, ya ha expresado tal situación ante las autoridades mexicanas, ya que pretenden que las unidades cumplan con normas de fabricación que no existen en México, pese a que un parque importante de los camiones y tractocamiones que se producen en el país están fabricados con la norma estadunidense que existe ese país para muchas partes y componentes.
Entre los componentes, 2 años tendrán que pasar para que este sector se recupere 30 por ciento se ha reducido esta rama, debido a la crisis financiera mundial fabricación y características son diferentes entre los camiones que circulan en México y los que lo hacen en las arterias de la Unión Americana destacan el tanque de combustible, con o sin rompeolas, los materiales de los asientos y las especificaciones del parabrisas.
De la misma forma se exige la visa para trabajadores temporales y permanentes, lo que para los choferes mexicanos implicaría constantes inversiones en las renovaciones del documento.
Dijo que hay barreras adicionales en los diferentes estados de la Unión Americana, en donde, por ejemplo, mientras que las autoridades en materia de medio ambiente aseguran que aceptarían la norma ambiental EPA 7, en California se ha advertido que no se aceptarán unidades que no cuenten con EPA 10, lo cual representa una preocupación importante, dado que es precisamente esa entidad la que mayor atracción de negocio tiene para los transportistas mexicanos.
En otro orden de ideas dijo que pese a que se conjuró la apertura del cabotaje por la vía del nuevo reglamento de paquetería y mensajería, aún existen recovecos por los que se intenta abrir ese nicho que por ley está reservado a los transportistas mexicanos.
De antemano, recordó que el presidente de la Canacar hizo tal observación ante el secretario de Comunicaciones y Transportes, Dionisio Pérez- Jácome, al advertir que “se debe impedir que se concrete uno de los más grandes fraudes a la legislación mexicana que se pretende consumar a través de la compra del ciento por ciento de las acciones de Servicio Pan Americano de Protección por parte de la empresa estadounidense Brink’s”.
Agregó que “no debemos permitir que bajo el supuesto de la no retroactividad de la ley, se legalice lo que desde hace más de 40 años es ilegal”.
Refugio Muñoz dijo que el sector del autotransporte fue uno de los más golpeados por la crisis, al grado de que esta rama se redujo en su tamaño en un 30 por ciento y que requerirá dos años para recuperarse.
