La economía es un engranaje delicada, muy precisa donde cuando una pieza falla tiene repercusiones en el resultado general de esa gran maquinaria.
El asunto del magisterio disidente ya está impactando ese complejo resultado ofreciendo números poco optimistas.
No refiero al ajuste a la baja del crecimiento realizado por los analistas consultados por el Banco de México, una baja tanto para el PIB de este año como para el siguiente, mayor inflación y un peso mas débil frente al dólar.
Tan solo en este año el ajuste a la baja es, entre el mes anterior y el actual, de 8 décimas.
Pero este batidillo provocado por la CNTE con financiamiento de algún o algunos partidos políticos ya lesiona la turbina del comercio exterior, (las otras turbinas son las remesas, el consumo interno, el gasto publico y el comercio exterior).
Al primer semestre el déficit de comercio exterior fue de 7 mil 116 mdd.
Esto es un déficit mayor en 5 por ciento respecto al mismo periodo del año anterior.
El déficit comercial de este primer semestre del año es el mas alto desde el año de 1994.
Pero al interior del déficit hay datos mas graves que debiéramos de observar. Al quinto mes del año la balanza comercial manufacturera es 57% mas negativa que la del mismo periodo del año anterior.
En cuanto a los bienes de capital, las maquinas que son capaces de producir máquinas la reducción es de 6% respecto al dato del mismo periodo del año anterior.
Pero el asunto del batidillo que mencionamos no solo pega en esos números sino también en el animo del sector empresarial.
Datos dados a conocer hoy por el Inegi en el documento indicadores de confianza empresarial tenemos una consulta entre tres sectores empresariales: comercio, industria manufacturera y la industria de la construcción.
De 15 preguntas que se les elaboraron en 13 de ellas sus respuestas fueron menos optimistas que hace un año.
El sector de la construcción en promedio tiene un índice de 2.4 puntos menor al de hace un año, el del comercio 1.7 puntos abajo y el del sector manufacturero 0.3 puntos debajo.
El animo social y ahora el animo empresarial es poco optimista y reclama del gobierno eficacia en detener ya actos que violentan el marco del derecho y lesionan directamente la posibilidad de que se generen inversiones y se abran fuentes de empleo.