El TLC entre los dos países, el primero integral firmado entre China y un país latinoamericano, se caracteriza por su amplia cobertura y alto nivel de apertura. Desde que entró en vigencia el 1 de marzo de 2010 ha logrado resultados notables, los cuales han impulsado el rápido desarrollo de las relaciones económicas y comerciales bilaterales. Hasta antes de hacerse efectivo el TLC, China era el segundo socio comercial de Perú y este era el séptimo socio comercial de China en América Latina. Hoy en día, luego de superar a Estados Unidos, China se ha convertido en el primer socio de Perú, mientras que este ha pasado a ser el cuarto de China en dicha región.
De acuerdo con la aduana china, en la primera mitad de 2016, el volumen comercial chino-peruano alcanzó los 7191 millones de dólares, un incremento interanual del 9,36 %. De este total, 4407 millones de dólares corresponden a la importación china de productos peruanos, un 22,04 % más, cifras todas superiores al ritmo de crecimiento del comercio exterior de China en el mismo período. Frente a un panorama de desaceleración del comercio mundial, el que el comercio bilateral haya podido lograr tal crecimiento se debe, sin duda, al TLC.
Vemos con satisfacción que los productos peruanos que llegan a China son cada vez más diversificados. Ya no se limitan a minerales tradicionales, aceite y harina de pescado. Los productos agrícolas de calidad, como los calamares, los cítricos, los mangos, las uvas, los espárragos y las paltas han entrado en el mercado chino y han sido acogidos por los consumidores chinos. Estoy convencido de que en el futuro más productos peruanos tendrán una buena respuesta en el mercado chino. La cooperación comercial entre los dos países ha dado beneficios mutuos. Estamos dispuestos a desarrollar, junto con la parte peruana, el efecto de la aplicación del TLC y a estudiar activamente la posibilidad de optimizar el TLC para promover su aplicación y difusión, y permitir que los dos pueblos obtengan más beneficios.
