Mientras que para los empresarios chinos una opción para el intercambio comercial con México es la coinversión, para los mexicanos es prioridad evitar la competencia desleal y por ello aplica un mecanismo de inspección previa para combatir la subvaluación.
El 11 de diciembre pasado venció el Acuerdo Comercial de Transición en materia de Cuotas Compensatorias que México firmó con China en 2008 y que amparaba 204 fracciones arancelarias que comprenden mercancías de los sectores textil, vestido, calzado y juguetes.
Con ello, las importaciones chinas en estos rubros entran desde el 12 de diciembre sin pagar una tasa adicional sobre el valor en aduana, por lo que a partir de esa fecha 14 sectores industriales enfrentan una mayor competencia de fabricantes chinos.
Y aunque la industria mexicana tuvo 10 años para prepararse para esta apertura, apenas se reveló contra estas medidas. Aún así, la disposición entró en vigor.
Para el consejero económico y comercial de la Embajada de China en México, Chen Yuming, pese a que las empresas en México “tienen mucha preocupación” por la llegada de la eliminación de las medidas de transición, hasta finales del año pasado “aún no pasaba nada”.
Ante ello, consideró que en el futuro, la única opción de esas industrias es buscar a las empresas chinas para hacer coinversión y elevar su nivel tecnológico.
Aseguró que las empresas de ambos países estarían entonces obligadas a elevar la calidad y ser más competitivos para luego exportar, junto con las empresas chinas, a Estados Unidos, Canadá y otros países limítrofes. “Yo creo que esa es la única opción, la única salida”, enfatizó.
Recordó que debido a que China es miembro de Organización Mundial del Comercio (OMC), está obligada a cumplir con las reglas que el organismo le marca “y no podemos violarlas”.
Chen Yuming expresó que las medidas de transición debieron vencer hace una década, pero considerando México y China son dos países amistosos, el gobierno chino firmó primero la prórroga de seis años y luego en 2007 concedieron otro lapso de cuatro años.
“Entonces fueron 10 años de preparación, 10 años de crecimiento y a mi juicio las empresas mexicanas deberían de estar bien preparados. Estoy convencido de que en el futuro no habrá problema en ese aspecto”, aseveró el diplomático.
Aclaró que incluso antes de la medida que se aplica desde diciembre pasado, los productos no están entrando a México con cero arancel, pues en el caso de los juguetes se paga 15 por ciento, el calzado entre 10 y 30 por ciento, el sector textil y prendas paga 30 por ciento, las velas 25 por ciento y herramientas 20 por ciento.
Las medidas del 12 de diciembre incluyen auditorías para que los importadores declaren un valor en aduana real de los productos importados y no con documentos falsos que lo reduzcan.
También contemplan alertas a los agentes aduanales de que el producto que se pretende importar está declarado con un valor inferior, incluso de la materia prima utilizada en su producción, además de procedimientos penales para quienes realicen estas operaciones.
Por su parte, el presente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), Gerardo Gutiérrez Candiani, confió en que habrá protección a sectores sensibles ante evidencias de prácticas comerciales desleales y que se actuará con decisión y firmeza.
Exhortó a los empresarios a estar atentos y unidos, competir limpiamente, con productividad y calidad, exigiendo lo mismo de sus competidores y que las autoridades se aseguren de ello, con equidad real y cumplimiento de la ley, puntualizó.
