La Administración del presidente Donald Trump notificó al Congreso de Estados Unidos su intención de iniciar negociaciones comerciales con la Unión Europea, Japón y el Reino Unido (RU).
A través de cartas enviadas al Congreso, la notificación representa el primer paso dentro de la legislación de la Autoridad de Promoción Comercial (TPA, por su sigla en inglés) para poder llevar a cabo un proceso legislativo acelerado.
Las tres cartas permiten que el gobierno estadounidense comience las conversaciones dentro de los siguientes 90 días; aunque en el caso del Reino Unido, la misiva especifica que las negociaciones no iniciarán hasta que el país se salga de la Unión Europea, lo que se espera que ocurra el 29 de marzo del 2019.
En las conversaciones de Japón y la Unión Europea, las cartas dicen que el objetivo de las negociaciones es “abordar las barreras arancelarias y no arancelarias y lograr un comercio más justo y equilibrado”.
La carta sobre el Reino Unido indica que se buscaría un acuerdo “ambicioso” que eliminaría las barreras arancelarias y no arancelarias de los bienes y servicios y desarrollaría “obligaciones de vanguardia para los sectores emergentes”.
Con el bloque comunitario, la posible reactivación de las negociaciones de la Asociación Transatlántica de Comercio e Inversión (T-TIP, por su sigla en inglés) aún no está clara.
Las negociaciones T-TIP buscaban abordar las barreras arancelarias y no arancelarias para bienes, servicios y productos agrícolas, y desarrollar normas y disciplinas relevantes a nivel mundial.
A diferencia del Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP, por su sigla en inglés), en el que Trump cesó la participación de Estados Unidos, el presidente estadounidense no dio por terminadas las negociaciones del T-TIP.
Hasta la fecha, la Unión Europea ha rechazado la afirmación de Estados Unidos sobre la inclusión de toda la agricultura en las negociaciones, señalando que en un anuncio conjunto emitido en el pasado se refería sólo a la soya.
Entre otras cosas, a Estados Unidos le preocupan las barreras de acceso a los mercados planteadas por las negociaciones comerciales de la Unión Europea con otros países para expandir las protecciones de las indicaciones geográficas.
La falta de claridad sobre la futura relación comercial y económica posterior al Brexit entre la Unión y el Reino Unido agrega incertidumbre sobre las posibles concesiones mutuas en un acuerdo comercial entre Estados Unidos y la Unión Europea.
Finalmente, a finales de septiembre pasado, Japón acordó iniciar negociaciones comerciales con Estados Unidos, a condición de que no se le incluya en los nuevos aranceles que el presidente Trump ha amenazado con imponer a las importaciones de autos y autopartes.
A principios de marzo, Japón con otros 10 países, sin incluir a Estados Unidos, firmó el Acuerdo Integral y Progresivo para la Asociación Transpacífico.