El secretario de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), Francisco Mayorga, admitió que la decisión de reducir aranceles a productos agroalimentarios fue precipitada, pues antes se debió realizar una revisión más profunda de sus implicaciones.
En su última conferencia de prensa al frente de la dependencia, Mayorga explicó que “se necesita una política arancelaria muy bien pensada porque, primero, no podemos tener aranceles por arriba de 200%, porque eso sería un aislamiento de los productores mexicanos de la competencia, pero por otro se requiere de una revisión profunda… Hay que revisar y analizar producto por producto, país por país para realmente hacer una política arancelaria congruente”.
Agregó que no considerar que nuestros socios comerciales cometen prácticas poco transparentes en los subsidios a la agricultura o a sus productores podría afectar a la planta productiva nacional, como sucedió en el caso del arroz, donde cayó la producción de 1 millón de toneladas -antes de la apertura- a 230,000 toneladas.
Dejó en claro que, desde que fue consultada, la dependencia nunca estuvo de acuerdo con la decisión ni en la forma ni en la premura, pues “se hizo con un tiempo, yo diría de horas, ni siquiera de días”.
El pasado viernes, 23 de noviembre, el gobierno que está por concluir, publicó la desgravación de aranceles a casi 500 productos agroalimentarios e industriales, de los cuales 65% son productos agropecuarios y pesqueros, que representan 27% de todo el universo arancelario agroalimentario.
PRIVATIZACIÓN DE LA TIERRA
Por otro lado, Mayorga aplaudió la decisión del presidente Felipe Calderón de enviar al Senado una iniciativa para privatizar los ejidos, “creemos que, si se logra (la aprobación de la iniciativa), el crédito va a fluir más al campo porque ya va a tener el productor garantías reales para financiar su desarrollo”.
Ello permitirá que salgan miles de productores de la pobreza patrimonial, pues en la actualidad “esa tierra no representa un valor, porque no está en el mercado. En el momento en que ya se convierta en un patrimonio, como es una casa propia, o un vehículo tendrá efectos positivos”, concluyó.
