El consumo de bebidas aumentó 9,3% en el 2015, mientras las exportaciones cayeron 4,2%, según un informe de la consultora de Investigaciones Económicas Sectoriales.
Según el tipo de bebida, el informe señala que se registró una caída del 1,4% en el consumo de bebidas sin alcohol (gaseosas, aguas, aguas saborizadas y jugos) y un incremento del 2,6% en el de las alcohólicas (cervezas, vino y bebidas espirituosas).
En el año anterior las exportaciones de bebidas fueron de 1025,5 millones de dólares y cayeron 4,3% con respecto al 2014, mientras que, en cantidades, los despachos subieron 4,2% al totalizar 389 millones de litros.
A pesar de la recuperación de las ventas al exterior en 2015, las exportaciones de bebidas habían caído fuertemente en 2013 y en 2014, y se ubicaron, el último año, levemente por encima del volumen del año 2006 y 19,7% por debajo del récord de 2012.
Según el estudio, el vino es el principal componente de la canasta exportadora, con el 77,4% del valor exportado por el sector bebidas, seguido de los mostos de uva con el 11,6%.
El consumo interno de vino verificó un aumento de 3,3% con respecto del 2014, al totalizar 10,3 millones de hectolitros vendidos, impulsado por la sobreoferta interna de vinos y de uvas que mantuvo los precios contenidos.
Las ventas externas de vinos en volúmenes en 2015 tuvieron un incremento de 2,2%, explicado por la suba en vinos sin identificar (11,2%), y por la suba de las exportaciones de varietales de 0,9%, mientras que las de espumantes (champagne) cayeron 26,1% en volúmenes.
Respecto de los destinos de las exportaciones de la industria vitivinícola en el año anterior, los envíos de vinos se concentraron en los Estados Unidos (37,1%), Reino Unido (10,6%), Canadá (9,3%), Brasil (6%), Países Bajos (4,2%) y México (2,7%), según el estudio de IES.
El director de IES, Alejandro Ovando, opinó que este año el mercado doméstico “enfrenta un escenario complicado” y pronosticó una caída en el consumo para los segmentos de bebidas gaseosas y cervezas, que “se verán afectados por la merma en los salarios reales y del ingreso disponible por la suba de tarifas”.
