Un centro logístico multimodal, o puerto seco, es infraestructura vital para la competitividad y la agilización del tránsito de mercancías, pues quita presión al puerto de llegada y funciona como articulador que une puntos económicos estratégicos.
Para el economista Luis Miguel González, el proyecto tiene enorme importancia en dos vectores: la articulación económica regional y el impulso directo a la Entidad en materia de competitividad.
“El Centro Logístico redefine la geografía económica de Jalisco”, apunta el director editorial del periódico El Economista. “Jalisco tiene mucho tiempo con el puerto en Manzanillo, pero entre Manzanillo y Guadalajara no existe logística hasta ahora”.
La logística a la que se refiere estará dada por las carreteras y el valor agregado de un puerto como el proyectado, que incluirá empaque, transporte y agentes aduanales.
“No se trata de crear infraestructura en abstracto, sino conectada”, detalla González. “No bastan carreteras o puertos; tienes que hacer que se conviertan en nudos”.
Para el especialista, el mapa de los puertos importantes en México tiene tres puntos vitales: Lázaro Cárdenas, Manzanillo y Altamira.
El centro multimodal que se construirá en Acatlán fortalece al puerto de Manzanillo, pero también el vínculo económico entre Colima y Jalisco. Una parte del futuro de Jalisco, explica, está indisolublemente ligado a la buena fortuna de Manzanillo.
Cuello de botella en acceso marítimo
Actualmente, la región enfrenta por lo menos dos problemas: el cuello de botella para las mercancías en el puerto marítimo y la falta de infraestructura inteligente articuladora.
Eso provoca que una mercancía quede atorada hasta seis días antes de su distribución en el país, mientras que en otros puntos del mundo, el rango no supera las seis horas.
La ubicación del centro generó divisiones en el pasado. El ex gobernador Alberto Cárdenas pedía que fuera en Ciudad Guzmán, mientras que otro grupo pugnaba por construirlo en Los Altos.
La decisión final del Gobierno del Estado es afortunada, valora el economista, pues Acatlán no compite con la infraestructura de Silao, en Guanajuato.
Por último, el director del periódico especializado en economía advirtió sobre los riesgos de agilizar la salida de mercancías en un contexto en el que todos los puntos de entrada al país son vulnerables, ante el contrabando y el tráfico de armas. Es un riesgo que en todos los puertos se corre; siempre está presente la tensión entre la rapidez y la seguridad nacional, pero no puede optarse por detener toda la mercancía.
“Si se revisaran todos los autos para controlar el tráfico de armas en la frontera con Estados Unidos”, ejemplifica, “se provocaría un tapón de tal magnitud que un vehículo tardaría tres días en pasar de un país a otro”.
Por último, González recuerda que este centro no es un proyecto aislado: se inserta en el Programa Nacional de Infraestructura, cuyo objetivo es que México sea la plataforma logística del Tratado de Libre Comercio de América del Norte. Para eso hay 25 millones de dólares anuales.
