La Bolsa Mexicana de Valores, que preside Jaime Ruiz Sacristán y dirige José Oriol Bosch reportó muy buenos resultados financieros al cierre de junio. La utilidad neta en el primer semestre de este año ascendió a 441.8 millones de pesos con un crecimiento de 26% frente al mismo periodo de 2015.
Los ingresos crecieron 7% mientras que los gastos se redujeron en 3% en el segundo trimestre frente al segundo trimestre del año pasado, y se registró una utilidad neta de 253 millones de pesos que es récord para la BMV y representa un crecimiento de 33 por ciento.
En cuanto a los datos operativos, también, hay números positivos porque el valor operado promedio diario ascendió a 13 mil 334 millones de pesos con un crecimiento en el trimestre de 5% y acumulado en el año de cuatro por ciento.
Lo que resulta interesante es que el reporte de la BMV se hablan sobre los retos y riesgos para la emisora. Aunque no se refiere, directamente, a la nueva bolsa de valores, Bolsa Institucional de Valores o BIVA, que iniciará operaciones este año, sí señala que un importante riesgo no sólo para la BMV, sino para el sistema financiero en general, lo que realmente considero que es una exageración. Sin embargo, de acuerdo con la BMV, el riesgo reside sería el fraccionamiento o pulverización del mercado bursátil mexicano que tiene un tamaño pequeño en comparación con el tamaño de la economía. Y, desde luego, reconoce que un reto es incrementar la cultura financiera y bursátil tanto del lado de los inversionistas como de los empresarios que pueden ser potenciales emisores.
ENRIQUE CASTILLO PRESIDIRÁ BANAMEX
La sorpresa en el sector bancario es que Enrique Castillo Sánchez Mejorada, quien fuera presidente de IXE y de la Asociación de Bancos de México, será a partir del próximo 15 de noviembre el nuevo presidente de Banamex. Sánchez Mejorada será, seguramente, un activo presidente de Banamex porque tiene una excelente relación con empresarios y también con medios. Encabezó el proceso de venta de IXE a Banorte, y presentó la única propuesta confiable para adquirir Mexicana de Aviación. Se incorporó como consejero de Banamex desde abril de 2015 y sustituirá a Manuel Medina Mora, quien fue el mexicano de mayor nivel en Citi, pero desde el año pasado fue relegado en sus funciones operativas y fue nombrado presidente del Consejo de Banamex y del Grupo Financiero.
Valentín Díez Morodo, presidente del Consejo Mexicano de Comercio Exterior, Comce, es consejero de Banamex desde hace 25 años y sustituirá a Medina Mora como presidente del Grupo Financiero.
Por cierto, Ernesto Torres Cantú, director de Banamex dará a conocer los resultados financieros del grupo al cierre del segundo trimestre con números positivos y anunciará, también, una nueva plataforma informática que permitirá mejorar el servicio a los usuarios y facilitar, por ejemplo, la consulta de saldos y movimientos en las cuentas bancarias y de inversiones.
CRECE POLÉMICA POR MEDICIÓN DE POBREZA
El cambio en la medición del módulo de condiciones socieconómicas que realizó el Inegi ha generado una gran polémica a la que se subió el secretario de Desarrollo Social, José Antonio Meade, quien critica la medición de la pobreza por su discrepancia frente a las cuentas nacionales y pide demandar la autonomía del Inegi y del Coneval, pero al mismo tiempo se ha convertido en cuasi vocero de Julio Santaella lo que resta autonomía al Inegi.
El Congreso se subió al ring y demandó la comparecencia ante la Comisión Permanente de Santaella y Gonzalo Hernández Licona, titular de Coneval, para explicar los cambios y su impacto en la medición de la pobreza.
AEROMÉXICO ACUERDO CON ASPA
Sin revelar mayores datos, Aeroméxico informó que firmó un convenio de productividad con la Asociación de Pilotos Aviadores, ASPA. Lo importante es que terminarán ya las tácticas dilatorias que estaban aplicando un grupo de pilotos de nuevo ingreso inconformes con el contrato B porque tienen menos prestaciones que los pilotos de mayor antigüedad que están bajo el contrato A.
Con una votación mayoritaria, los pilotos aceptaron la propuesta de incrementar sus ingresos en función de una mayor productividad sin modificar las condiciones del contrato B lo que permitirá a la empresa continuar con sus planes de expansión y contratación de nuevos pilotos.
