México no es solo un país atractivo para ensamblar vehículos, sino también para la compra de autopartes. Un buen ejemplo de esto es BMW, que cinco años antes de decidir construir una planta en México, estableció una oficina de compras en el país para localizar proveedores que le suministraran partes y componentes para su planta de Carolina del Sur.
En los últimos siete años, BMW cuadruplicó el monto destinado a la compra de autopartes en México, llegando a los 2,500 millones de dólares (mdd) el año pasado.
Integrar componentes hechos en México permitió a la automotriz alemana incrementar el contenido regional de los modelos que ensambla en Estados Unidos, además de cumplir con los requisitos del Tratado de Libre Comercio de Norteamérica (TLCAN) para exportar a Canadá y México con beneficios arancelarios. Por ejemplo, la tercera generación de la X5, lanzada en 2013, tenía 63.5% de integración regional.
Desde 2009, volantes, asientos, bolsas de aire, arneses, faros, calaveras, llaves y rines de aluminio han cruzado la frontera libres de aranceles gracias al TLCAN. Pero ahora el acuerdo tambalea.
BMW y todas las automotrices que exportan autopartes desde México a sus plantas de Estados Unidos han analizado ahora la conveniencia de continuar con esas compras, pues el TLCAN corre peligro.
“Si se acaba el tratado, seguramente habrá un efecto en los precios, tanto por el cobro de un arancel al importar las materias primas de Estados Unidos, como por el que se pagará para exportar los componentes. Pero esto no va a terminar ni a frenar, en forma significativa, el comercio que existe”, dijo en entrevista Alexander Wehr, presidente y CEO para BMW México, Latinoamérica y Caribe.
México es uno de los tres países más competitivos a nivel mundial en costos para fabricar autopartes, por encima de competidores como Estados Unidos, China y Brasil. Según datos de la Industria Nacional de Autopartes (INA), producir una pieza en México es, en promedio, 7% más barato que hacerlo en China y cuesta 10% menos que en Estados Unidos.
La oficina de compras de BMW inició operaciones en 2009, y ese año la corporación alemana compró 600 millones de dólares a una base de 64 proveedores. El 79% de las compras que se hicieron en el país fueron para la planta de Carolina del Sur, Estados Unidos, donde ensambla la Serie X (X5, X3, X6). El resto se exportó a otras plantas que la compañía tiene en Europa y Asia.
Los directivos de la marca calculan que la cifra se duplicará, y llegará a 5,000 mdd, una vez que arranque la nueva planta que la compañía construye en San Luis Potosí.
Entre los proveedores que esta armadora ha tenido en México están firmas alemanas y estadounidenses, pero también algunas asiáticas y las mexicanas Metalsa, Nemak y Grupo Bocar.