A pesar de la aplicación de la Ley de Etiquetado de Estados Unidos (Cool) las importaciones de ganado de origen mexicano en ese país se han incrementado en más del cien por ciento de 2008 a la fecha.
No obstante, los ganaderos mexicanos reportan pérdidas económicas cercanas a los mil millones de dólares durante ese periodo, debido al gasto adicional que han tenido que hacer para comercializar su producto en ese país.
De acuerdo con el Sistema de Información Comercial del sector agroalimentario, las exportaciones de ganado en pie han pasado de 737 mil 373 unidades animal en 2008, con un valor económico de 311 millones de dólares, a un millón 497 millones de cabezas en 2012, lo que representó recursos por 729 millones 507 mil dólares.
Por ello, el gobierno mexicano debe aplicar represalias comerciales a Estados Unidos, pero en productos que verdaderamente impacten a los exportadores de ese país, consideró Freddy Priego, secretario de la Confederación Nacional de Organizaciones Ganaderas (CNOG).
En entrevista, advirtió que la nueva regla que modifica las disposiciones administrativas de Cool, incrementa la complejidad del sistema de etiquetado en ese país, ya que para cada corte se deberá informar el lugar de nacimiento, crianza y sacrificio del animal de donde proviene, lo que se traducirá en una mayor discriminación en contra de las exportaciones de ganado de la misma genética, calidad y sanidad que el estadounidense.
Informó que en las reuniones que han tenido ganaderos de México y Canadá con compradores de Estados Unidos hay gran preocupación, ya que serían afectados todos en conjunto porque a pesar de la necesidad de becerros para engorda en ese país, se teme comprar materia prima que con los años tendría trato discriminatorio.
“México ve con dificultades el futuro inmediato, porque le están poniendo muchos problemas para que se sacrifique el ganado en los Estados Unidos y eso tiene muy preocupados a los ganaderos”.
Reconoció que con la impugnación del sistema de etiquetado de país de origen estadounidense ante la Organización Mundial del Comercio (OMC), se dio un paso importante para frenar en definitiva la discriminación que las exportaciones de ganado bovino sufren en el vecino país del norte.
