A 42 días del derrame de petróleo en el Golfo, BP planea nuevas maniobras para tapar la fuga de crudo.
El siguiente paso de BP es colocar un tapón fabricado especialmente para el caso llamado riser package. El proceso implica cortar el paquete que conecta los ductos con el lecho marino para crear una superficie limpia para la tapa, explicó el director gerente de BP, Robert Dudley, en el programa Estado de la Unión de CNN.
El agua caliente se distribuirá alrededor de la tapa para evitar el bloqueo que impidió un esfuerzo anterior.
Si tiene éxito, el procedimiento permitirá a BP recoger la mayoría, aunque no todo el crudo arrojado por el pozo, dijo Dudley.
La solución a largo plazo es la perforación de un pozo de socorro que estará en su lugar antes de agosto, añadió.
"Si somos capaces de contener el flujo del pozo de aquí a agosto y mantenerlo fuera del océano", explicó Dudley, "y luego, si se puede cerrar por completo con un pozo de relieve, no sería un mal resultado en comparación a donde estamos hoy".
Limpieza en las costas
Este lunes los esfuerzos para limpiar las zonas costeras continúan, mientras BP intenta resolver lo que la administración del presidente Barack Obama ha considerado "probablemente el mayor desastre ambiental que hemos enfrentado en este país".
Todos los intentos anteriores de BP para contener el derrame crudo han fracasado, incluyendo una compleja maniobra de taponeo este domingo: fue la última esperanza de la semana pasada.
"En lo que a mí respecta, una taza de aceite en la playa es un fracaso", dijo Tony Hayward, CEO de BP, en Venice, Louisiana. Y añadió que redoblarán los esfuerzos.
Hayward dijo que lamenta lo que ha sucedido en las costas del Gofo y la perturbación "masiva" en consecuencia.
"No hay nadie más que yo que quiera que esto termine. Me gustaría regresar a mi vida (normal)", dijo Hayward a los reporteros.
Dijo que la compañía cuenta con aproximadamente 30 aviones rastreando señales de aceite y ha movilizado a más de 300 personas a alta mar para acelerar su tiempo de respuesta.
Científicos del gobierno de Estados Unidos estiman que alrededor de 19,000 barriles de petróleo han emergido del pozo submarino, propiedad de BP, tras la explosión (y posterior hundimiento) de la plataforma Deepwater Horizon el pasado 20 de abril.
La compañía petrolera BP, el equipo de perforación Transocean Ltd. y la empresa de servicios de campos petroleros Halliburton se han culpado mutuamente por el desastre que dejó 11 obreros muertos.
BP es responsable de la limpieza de acuerdo con la ley federal.
Cuestionamientos del gobierno de Obama
El domingo, el gobierno del presidente Barack Obama cuestionó el número de derrames de crudo de BP.
En el programa de NBC, Meet the Press, Carol Browner, directora de Obama sobre energía y cambio climático, señaló que BP pudo haber tenido una segunda intención para subestimar la cantidad de pérdidas de combustible.
"BP tiene un interés financiero en estos números. Pagará una multa basada en el número de barriles derramados por día", dijo.
BP estimó originalmente que cerca de 5,000 barriles de petróleo al día se diluyeron en la fuga. Y la estimación más reciente se sitúa entre 12,000 y 19,000 barriles por día, dijo Carol Browner.
"Éste es probablemente el mayor desastre ambiental que hemos enfrentado en este país", dijo.
El gobierno estadounidense dijo que se ha filtrado más crudo en el Golfo de México que en cualquier otro derrame en toda su historia, incluyendo el caso de Exxon Valdez que ocurrió en 1989, en Alaska.
Las quemas controladas de petróleo han sido eficaces hasta ahora, aunque han sido limitadas debido a las condiciones climáticas, dijo Browner.
Estados Unidos cerró las operaciones de aguas profundas en el Golfo como consecuencia del desastre de BP, incluidos los pozos en operación.
"Al final del día vamos a tomar las decisiones correctas para garantizar que nuestro entorno está protegido", prometió Browner.
